La Mesa del Congreso tramitó la petición socialista después de dos intentos fallidos por el veto del PP que consideraba que el presidente no debía cometerse al control de la oposición porque el asunto que motivaba la petición no versaba sobre política general.

Para evitar ese veto en la Mesa del Congreso, los socialistas optaron por no aludir expresamente a las finanzas del PP y plantean el debate para que el Gobierno informe de su política “en materia de rendición de cuentas” al Congreso.

Tras este enunciado genérico, los socialistas pretenden pedir explicaciones al presidente sobre lo que consideran “mentiras” en lo tocante a su relación con el extesorero del PP encarcelado Luis Bárcenas.

Rodríguez explicó que, a diferencia de lo que ocurre en otras ocasiones, la Junta de Portavoces ha terminado sin que el Gobierno comunicara si es el presidente del Gobierno el que se someterá a interpelación y aseguró que en cuanto tenga comunicación sobre este particular lo hará saber a la prensa.

Además, y aunque el PP ha ordenado a los diputados no hablar del Caso Bárcenas, los socialistas piensan “hablar en el Parlamento” de este asunto. Rodríguez no quiso desvelar si en la moción que se derive de la interpelación van a pedir la reprobación del jefe del Ejecutivo y dijo que su contenido se decidirá “en función del debate” de mañana.

La figura de la interpelación no está prevista en el reglamento de la Cámara Baja para ser aplicada al presidente del Gobierno, sino a los ministros, y, en todo caso, no obliga al interpelado a contestar personalmente.