Estos son algunos datos de Naciones Unidas con motivo del Día Mundial del Retrete, que se celebra este domingo con el lema 'Acelerar el cambio’ y con el colibrí como símbolo para inspirar a las personas a tomar medidas para ayudara mejorar los sistemas de saneamiento.

Naciones Unidas se sirve de una antigua fábula en la que un colibrí ayuda a apagar un gran incendio llevando gotas de agua en su pico. Así, se convierte en un poderoso símbolo de acción -por pequeña que sea- para resolver un gran problema.

El mundo está ahora “muy lejos” de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre agua y saneamiento seguros para todos en 2030, según la ONU, que añade: “Los retretes son la piedra angular de la salud pública y desempeñan un papel fundamental en la protección del medio ambiente”.

“Dejar a tantas personas sin retretes seguros pone en peligro toda la Agenda 2030 y, las personas más pobres -en particular las mujeres y las niñas- pagan el precio más alto en términos de salud, posibilidades de educación, productividad e inseguridad”, añade.

AGUA POTABLE

Según datos de Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recogidos por Servimedia, al ritmo actual unos 3.000 millones de personas seguirán viviendo sin retretes seguros, 2.000 millones no dispondrán de agua potable y 1.400 millones carecerán de servicios básicos de higiene en 2030.

Además, unos 3.500 millones de personas carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura, cerca de 2.200 millones no pueden acceder a agua potable gestionada de forma segura -incluidos 115 millones que beben agua superficial- y 2.000 millones no disponen de servicios básicos de higiene para lavarse las manos con agua y jabón.

El agua, el saneamiento y la higiene insalubres son responsables de la muerte de alrededor de 1.000 niños menores de cinco años cada día.

MUJERES

Las adolescentes y las mujeres que viven en zonas rurales tienen más probabilidades de utilizar materiales reutilizables, o ningún material, para controlar la menstruación.

Y unos 1.800 millones de personas todavía no tienen agua potable en sus instalaciones y las mujeres son las principales responsables de la recolección de agua en dos de cada tres hogares.

“Los inodoros transforman vidas. Aportan dignidad, aumentan la asistencia a la escuela, sobre todo de las niñas, y mejoran la salud y la nutrición evitando la propagación de enfermedades”, apunta António Guterres, secretario general de la ONU.

No obstante, Guterres indica que más de 900 millones de personas más tienen acceso a servicios de saneamiento gestionados sin riesgos desde 2015 y otros 300 millones “se han librado de la indignidad de defecar al aire libre”.

“Pero sigue existiendo un déficit masivo de saneamiento, y miles de millones de personas se ven privadas de servicios sin riesgos. Es una carrera contrarreloj. Para cumplir el plazo de 2030 fijado para los ODS, tenemos que avanzar cinco veces más rápido”, apunta Guterres.

Por ello, el titular de la ONU reclama “una inyección masiva de dinero en todos los ámbitos para encarrilar los ODS”. Mi propuesta de un plan de estímulo para los ODS de 500.000 millones de dólares al año está cobrando fuerza, e insto a los dirigentes a que actúen ahora para hacerla realidad”, concluye.

ESPAÑA

En España, el acceso a un saneamiento seguro está garantizado, pues, según la Fundación Aquae, el 98% de la población urbana y el 93% de la población rural está conectada a alcantarillado, mientras que el resto se atiende a través de sistemas de saneamiento en el lugar, como fosas sépticas.

“Es fundamental seguir invirtiendo en la modernización de estas infraestructuras y en su adaptación a la situación actual de escasez de agua, que hace necesario redoblar nuestros esfuerzos en el ahorro del recurso y en mantenerlo en las mejores condiciones de calidad posibles", recalca Estanislao Arana, director académico del Foro de la Economía del Agua.