Rajoy realizó estas declaraciones en la clausura de la Convención Nacional del PP, que se celebró este fin de semana en Valladolid, y en la que los populares analizaron cómo encontraron el país cuando llegaron al poder, las reformas emprendidas en la primera mitad de la legislatura y la hoja de ruta para los dos próximos años, en los que hay tres citas con las urnas.

“Cuando digo tú, digo él, pero te digo a ti porque eres la parte destacada en la causa de ese calvario, o te callas o reconoces el mérito de la gente”, sentenció Rajoy en alusión directa al líder de los socialistas, que esta misma semana negó que la economía esté mejorando e incluso alertó de que “lo peor está por llegar”.

El presidente del Gobierno no nombró a Rubalcaba en ningún momento, pero la mitad de su largo discurso de casi una hora estuvo destinado a criticar la herencia recibida del Gobierno socialista y la actitud actual de su líder cuando quedan menos de cuatro meses para las elecciones europeas del 25 de mayo.

Sin embargo, no hubo críticas a ninguna otra formación política, ni siquiera a Vox, el partido de nueva creación al que han ido a parar varios exdirigentes y simpatizantes populares como Alejo Vidal-Quadras, José Antonio Ortega Lara o Santiago Abascal.

Rubalcaba fue el flanco de todas las críticas de Rajoy. Con el líder del principal partido de la oposición utilizó un tono mucho más duro de lo habitual por no reconocer los avances en materia económica y por “decir a los españoles que no se ha hecho nada”.

Su crítica y su enfado, vino, además, acompañada de la mano de una advertencia en el mismo tono: “No le digas a los españoles que se sacrifican en balde y no le ocultes la verdad de la recuperación como antes le ocultaste la del hundimiento”.

De hecho, a lo largo de toda su intervención, Rajoy contrapuso el discurso y la actitud de Rubalcaba para hacer frente a la crisis económica con el esfuerzo y los sacrificios de los ciudadanos, a los que reconoció su papel clave en la recuperación.

En esta línea, reprochó al líder socialista que metiera miedo a los españoles advirtiéndoles de que “ahora viene lo peor”. “¿Tanto trabajo cuesta reconocer lo que en todas partes menos en su partido se reconoce? ¿Tan esclavo es de sus propias consignas, para sembrar desánimos e incertidumbres?”, interpeló Rajoy para pedir “un poquito de respeto a las esperanzas de la gente y a esos agobios que está sufriendo sin haberlos merecido”.

El jefe del Ejecutivo reconoció que “no hemos resuelto todos los problemas ni hemos corregido todo el descalabro" pero, insistió, en que "ahora nos movemos”. “Estamos levantando un gran país que lo único que necesitaba era liberarse de la ineptitud de un mal Gobierno para recuperar su propia energía”, reprochó.

Además, Rajoy no dudó en dirigir al hoy secretario general de los socialistas otro dardo, el de sus responsabilidades pasadas. “No me preocupan las críticas, tampoco me soprende las que se emiten de juicio y por constumbre, pero ¿cómo puede venir alguien a decir que no ha hecho nada? ¿Cómo puede decirlo quien lo dice? El que fue vicepresidente de un Gobierno que llevó a España a la ruina”, urgió.

SOBRARON CRÍTICAS

El presidente del Gobierno dedicó un capítulo especial a defenderse de las críticas recibidas de los socialistas en sus dos años de mandato. “No me preocupan las críticas. ¡Apañado estaría!”, reconoció.

Sin embargo, se defendió de los reproches constantes del PSOE ante lo que consideró “el mayor esfuerzo reformista” de la democracia. “Las críticas más bien sobraron. Nos criticaban cada decisión que adoptábamos, todos, los mismos que tanto nos habían pregonado en falso brotes verdes y amaneceres luminosos. Los mismos causantes del descalabro eran los que más criticaban el remedio”, cuestionó abiertamente.

No fue lo único. Por primera vez, Rajoy sugirió que el PSOE probablemente habría preferido pedir el rescate para la economía española aunque hubiese tenido peores consecuencias a largo plazo. “Nosotros lo rechazamos para no agravar la situación. Otros, a lo mejor, lo hubieran aceptado. Nosotros no aceptamos someter a España a semejante castigo”, remachó.

Además, echó en cara al principal partido de la oposición que sus reformas no han sido incompatibles con la defensa del Estado del Bienestar. “Hemos logrado que los grandes servicios públicos, sigan siendo universales, públicos y gratuitos, por más que les pese a algunos", recordó.

A este respecto, hizo especial hincapié en que el PP no ha tocado las prestaciones y los subsidios del desempleo ni las pensiones. "Más aún cuando tantas voces profetizaban el apocalipsis de las pensiones, fuimos capaces de lograr que, de ninguna manera, el sacrificio alcanzara a los que no contaban con otro recurso. Y subimos las pensiones que otros, los que presumen de ser muy sociales, las habían congelado”, se felicitó.