Según los expertos liderados por Manuel Lagares, esto debería aplicarse en las ciudades de Madrid y Barcelona, así como en otras "de acusados valores histórico-monumentales".

Este impuesto podrá denominarse "tasa de congestión". El objetivo sería gravar la entrada de vehículos de tracción mecánica al centro de las ciudades y evitar así atascos y la consecuente contaminación.

"Esas tasas deberían ir acompañadas de la existencia, en las vías de entrada, de aparcamientos para vehículos", proponen los expertos en fiscalidad.