España llena siete piscinas olímpicas con tapones “solidarios”

MADRID
SERVIMEDIA

Los tapones “solidarios” que han recogido millones de españoles para ayudar a 68 niños llenarían siete piscinas olímpicas y cubrirían una distancia de más de 37.000 kilómetros. Así se desprende de los últimos datos de la Fundación SEUR, entidad que gestiona el transporte de tapones en parte de estas campañas en España, Andorra y Portugal.

Todo comenzó en abril de 2011, cuando la familia de Iker, un chico bilbaíno de 15 años con atrofia muscular espinal, empezó a recoger tapones en su localidad. La familia de este pequeño acudió a la Fundación SEUR para que los transportara y los entregara a una empresa recicladora, y la organización se sumó a la causa.

Cumplido el objetivo de este bilbaíno (se recogieron 26 toneladas de tapones y recaudaron 8.000 euros), la Fundación SEUR puso en marcha el proyecto “Tapones para una nueva vida”, con el objetivo de ayudar a niños que, como Iker, carecen de recursos para acceder al tratamiento médico o a los aparatos ortopédicos que necesitan.

Desde entonces, esta iniciativa ha ayudado a 68 niños con casi 590.000 euros. En total, se han obtenido 2.471 toneladas de tapones de plástico reciclado, a partir de 1.235 millones de tapones que ocuparían siete piscinas olímpicas y cubrirían una distancia de 37.061 kilómetros.

TAPONES QUE COBRAN VIDA

Una vez que llegan a las plantas de reciclaje, los tapones se muelen, se convierten en granzas (una especie de lentejas de plástico) y se envasan en sacos. Luego se venden a otras empresas, que los utilizan como materia prima.

La clave está en el material con el que están hechos estos tapones: polipropileno, polietileno de alta densidad o polietileno de baja densidad, tres tipos de plástico con la suficiente calidad para ser reutilizado. Con ellos se puede fabricar casi cualquier cosa: muebles, alfombras, piezas de automóvil, papeleras, cables, bandejas o escobas, entre otros muchos productos.

A esto hay que añadir que son sencillos de transportar y que suelen llegar limpios a los recicladores, de manera que los costes de su tratamiento se reducen.

¿Es posible garantizar que no se trata de un fraude? Los pequeños que se benefician de “Tapones para una nueva vida” han de acreditar que necesitan un tratamiento y deben demostrar que sus familias no pueden acceder a él. Entre otros “papeles”, tienen que presentar informes médicos, documentos y facturas que describan el tratamiento o prótesis que requieren.

EL CASO DE AITANA

Aitana puede presumir de ser la niña que más tapones ha recogido en España. Esta chica de 13 años, que vive en Tarazona (Zaragoza), nació con una cardiopatía congénita y tiene un pie zambo baro. Tras pasar por varios quirófanos, llegó un momento en que los médicos españoles tiraron la toalla. Solo podían ayudarla en el Hospital Infantil de Boston, en Estados Unidos.

La de Aitana es una historia con final feliz: reunió 450 toneladas de tapones y recaudó los 135.000 euros que necesitaba. Los tapones le salvaron la vida.

(SERVIMEDIA)
18 Abr 2014
LLM/pai