En declaraciones a Servimedia, Buqueras, que también preside la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), se felicitó por que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, propusiese esta semana a la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) que el ‘prime time’ acabe a las 23 horas, adelantando los informativos nocturnos y los programas estrella.

Los altos directivos de Uteca y de cadenas concretas con los que se ha reunido este experto, según dijo, califican sus planteamientos de modificación de la parrilla televisiva como “razonables”. Sin embargo, “o hay unanimidad o es muy difícil que alguna cadena tome la decisión de terminar sus programas a las 23 horas”. Por eso, le parece “muy importante” que el Gobierno “se haya mojado”.

“Nosotros siempre hemos pedido que RTVE y las demás públicas son las que tienen que dar ejemplo, porque las pagamos todos los ciudadanos. Y todo lo que sea en beneficio de la gran mayoría de ciudadanos”, añadió.

Según Buqueras, “la televisión marca mucho” en la vida diaria de los españoles. “No hay en Europa ninguna cadena de televisión que finalice sus programas ‘prime time’ a partir de las 12 de la noche. Tenemos datos que el español medio duerme 53 minutos menos que la media europea y esto afecta a nuestra productividad, que es de las más bajas de Europa; afecta a la siniestralidad laboral; afecta al absentismo laboral y al estrés”, dijo.

El presidente de Arhoe también apuntó a esta realidad como una de las causas del fracaso escolar. “Hay algo más de un millón de niños de 4 a 14 años que están viendo la televisión a las 10,30 de la noche y esto no pasa en ningún otro país europeo”, comentó. También criticó que haya partidos en días laborables a las 10 y a las 11 de la noche, algo que “no ocurre ni en los países tercermundistas”.

La propuesta de Mato es una de las reivindicaciones que la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles lleva haciendo mucho tiempo, pero también hay otras, como establecer horarios flexibles de entrada y salida al trabajo; que la jornada laboral finalice no más allá de las cinco o seis de la tarde; que los trabajadores dediquen entre 30 y 45 minutos a la comida y desayunen en casa para no tener que salir del trabajo hasta una hora; que se concilien los horarios laborales, los escolares y los comerciales, y que se trabaje por la corresponsabilidad y la igualdad. Sobre este último punto, Buqueras destacó que si no van acompañadas de unos horarios racionales, “son puramente palabras demagógicas”.