A ello se suma que la nieve y el hielo condicionan la circulación, en mayor o menor medida, en al menos un centenar de tramos de carreteras de la región, según la Dirección General de Tráfico (DGT).

Así, la abundancia de nieve mantiene cerrados a estas horas los puertos de Monteviejo (LE-233), en la localidad de Besande; Las Señales (LE-333), en Puebla de Lillo; y Vegarada (LE-331), en La Vecilla de Curueño.

Además, las cadenas o los sistemas antideslizantes son imprescindibles para transitar por otros 18 altos de montaña, así como por numerosos puntos de las carreteras castellanas y leonesas. En la provincia de Ávila, se encuentran en esta situación Mijares (AV-901), en Burgohondo, y Serranillos (AV-913), en la población del mismo nombre.

En Burgos, los de Bocos (CL-629), en Bocos, Arija (BU-642), La Mazorra en Villalta (CL-629), Lunada (BU-572) en Río Lunada, Estacas de Trueba (BU-570) en Río Trueba, La Sía (BU-571) en Río de la Sía, el Manquillo (BU-820) en Riocavado de la Sierra, La Magdalena (BU-574) en Virtus, además de la CL-630, en la misma localidad.

La nieve también obliga a usar cadenas en seis puertos de montaña de la red secundaria de León. Así precisan de este sistema los altos de Pando (LE-234), en Prioro, San Isidro (LE-331) en Puebla de Lillo, Tarna (CL-635) en La Uña, La Magdalena (LE-493) en Riello, Vegarada (LE-321) en Somiedo (LE-495) en Villablino. También requiere de cadenas el alto soriano de Santa Inés (SO-830).