Rajoy defiende la reforma laboral porque sin ella "es imposible crear empleo fijo y de calidad"
- Propone contener el gasto, reestructurar el sistema financiero y reducir dos puntos la cotización de las empresas
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El presidente del PP, Mariano Rajoy, defendió hoy rotundamente la necesidad de contener el gasto público, reestructurar el sistema financiero, bajar los impuestos y emprender una reforma laboral, asegurando que las cifras del paro, en particular el juvenil, son "inaceptables", y que, sin emprender la reforma, "es imposible que se cree empleo fijo y de calidad".
Rajoy hizo estas afirmaciones en su intervención en la Junta Directiva Nacional del PP, en la que empezó recordando los 3.923.603 parados registrados en el INEM en diciembre, comparándolos con los 2.112.715 qe lo estaban al llegar el PSOE al poder en 2004 y citando que la tasa del 19,4% es la segunda más alta constatada por Eurostat, sólo detrás de la de Letonia. Señaló que en noviembre de 2009, el gasto por desempleo fue 8.000 millones mayor que un año antes y que en 2010 estará en torno a los 30.000, con el consiguiente lastre para los presupuestos y las pensiones.
Igualmente, mencionó el crecimiento del -0,3% intertrimestral en el tercer trimestre de 2009, frente al 0,4% registrado en España, y alertó de que "el debate no es si crecemos o no una décima", como dice que transmitirá el Gobierno en los próximos meses. "El riesgo al que nos enfrentamos", afirmó, es el de estar varios años crecimiento a ritmo muy bajo, en torno al 1%", que, según sus previsiones, "estabilizaría el paro en torno al 20% y haría imposible reducir el déficit", cuya situación calificó de "insostenible".
Rajoy diagnosticó que "la renta de los españoles, sobre todo las clases medias y los jóvenes, ha bajado como no se recordaba en los últimos años" y que, aunque "a nivel mundial hay signos de recuperación", la UE prevé decrecimientros para España, Irlanda y Grecia, "los tres países con más gasto público", y 300.000 parados más para España, un pronóstico sobre el que no quiso hacer valoraciones. Pero sí afirmó: "El termómetro de la economía española está en la creación de empleo".
Sobre esta base, el presidente popular criticó al Gobierno por empezar en 2009 a tomar las medidas que, en su opinión, tenía que haber tomado hace dos años; dijo que la subida de impuestos que entrará en vigor en 2010 va "en la dirección contraria" a lo recomendable, y calificó de "topicazo" que se diga que la oposición no plantea alternativas, afirmando que algunos "lo propagan interesadamente y otros pican".
PROPUESTAS
Para desmentir esa idea, desgranó los puntos principales de su propuesta: la contención del gasto público, la reestructuración del sistema financiero, la reforma laboral y la reforma fiscal. Sobre la primera, dijo haber ofrecido al Gobierno un pacto que establecía un límite de gasto para todas las administraciones, pero que "por razones ideológicas, no le convence al presidente".
Del sistema financiero dijo que su proceso de reestructruración "está muý retrasado respecto a la UE", porque, desde que en julio el PP apoyó el decreto de reestrucutración de las cajas de ahorro, "lo único que se ha hecho es convertir una caja en banco". Rajoy denunció que "el FROB no funciona, hay que ponerlo en marcha", y recomendó "abrir un debate sobre la naturaleza jurídica de las cajas de ahorro", porque "hay otras alternativas" y "no se puede estar en la indefinición permanente sobre temas decisivos".
En relación a la reforma laboral, Rajoy señaló que "la intermediación no puede ser monopolio de lo público", abogando por abrirla al sector privado. Además, defendió flexibilizar la negociación colectiva, mejorar el sistema de formación y "terminar con la dualidad de los contratos", temporales e indefinidos, que calificó de "letal para quienes aspiran a trabajar".
En este sentido, el líder popular recordó que "hay españoles que tienen derecho a indemnización de 42 días y otros de cero", calculando que éstos últimos ascienden a más del 30% de los trabajadores. A esta "invitación a no hacer contratos indefinidos, sino temporales", atribuyó el hecho de que "la tasa de empleo juvenil doble la de UE". Por ello, instó al Gobierno a "dejarse de demagogias" y "hacer algo parecido a lo que se hizo en 1997" con los agentes sociales.
"Los gobiernos están para gobernar", subrayó, añadiendo que, aunque "es bueno que luego se pacte", el Gobierno ha de actuar y tratar de convencer a las partes.
Finalmente, el presidente del PP propugnó una reforma fiscal que anunció que pronto presentará en las Cortes. La resumió en que "no se puede subir ningún impuesto" y especialmente hay que bajarlos en el turismo, como nuestros países competidores, y a los emprendedores, a quienes calificó de "grandes paganos de la crisis", cuando además "la mayoría de los españoles trabaja en pequeñas y medianas empresas". Por ello, propuso rebajar en dos puntos las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social.
(SERVIMEDIA)
11 Ene 2010
KRT/jrv