La Ordenanza actual contempla que cada licencia debe tener dos días de descanso semanalmente. En este sentido, el presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, considera que esto debe ser así “para garantizar un empleo digno, un servicio de calidad, y para evitar que haya licencias de primera y de segunda”.

Además, sugiere mantener el concepto de ‘vehículo adaptado’, que es “más amplio” que el de ‘Eurotaxi’ y mantiene las mismas prerrogativas que estos últimos al cumplir igualmente una labor social, “ya que incluye adaptaciones que facilitan el acceso de los clientes al vehículo, aunque no sean todas las exigidas por la Ley UNE”. “No todos los tipos de discapacidad requieren las condiciones de un Eurotaxi”, explica.

En cuanto a los requisitos para ser titular de licencia, otra de las enmiendas presentadas pide que se incluya la obligatoriedad de estar en posesión del permiso municipal de conductor de taxi, a fin de evitar que “las licencias municipales, que son concesiones administrativas, se conviertan en instrumentos de especulación y negocio por parte de unos cuantos”.

En relación al artículo sobre transmisiones, solicita que se incluyan todas las variantes del arriendo, cesión o traspaso, siendo más rigurosos con lo que se denomina “gestión” de las licencias, con el objetivo de “conseguir ajustar con esto una correcta explotación de las licencias municipales” y “eliminar los focos de arriendo, gestión o administración irregular de las licencias”.

Con respecto a la validez y renovación del permiso municipal de conductor de taxi, la Federación Profesional del Taxi de Madrid discrepa “totalmente”. En este punto, considera que su renovación “no debe plantearse para aquellos que desarrollan la profesión de forma habitual, tal y como se recoge en el Reglamento Autonómico del Taxi del 2005”.

En su opinión, “no es necesario porque los titulares de licencia acreditan anualmente el ejercicio habitual de la profesión con la cumplimentación de la revisión anual en la que se aporta el certificado de vida laboral”.

Sin embargo, explica la Federación, sí consideran “oportuno” que se renueven anualmente las tarjetas de identificación del conductor de taxi, al tiempo que es “imprescindible” que en la Ordenanza venga establecido un plazo para dicha renovación.

Además, la Federación se muestra partidaria de la autorización para llevar publicidad, la cual debe ser enfocada de forma global para que “suponga un ingreso atípico y adicional que beneficie a la mayoría de los taxistas, y no sirva para solucionar problemas individuales puntuales que podrían causar perjuicio a la mayoría del sector por tema de imagen, presencia etc.”.

Por último, hace referencia a la imagen del sector y la calidad del servicio, y a este respecto se muestra “en contra” de suprimir las magnitudes fundamentales a la hora de definir el confort y la calidad del vehículo tanto para los usuarios como para el conductor. Por ello, solicitan que no se eliminen como dimensiones mínimas las denominadas L-1 y L-2, y se mantenga la redacción original de la Ordenanza.