En su primer discurso público desde la proclamación del rey Felipe VI, la Reina improvisó unas palabras en perfecto inglés para decirle al presidente de la Cruz Roja de Filipinas, Richard Gordon, que podría llamarla "Reina Felicidad", porque "suena bien".

Gordon, en su intervención en inglés denominó a doña Letizia "Reina Felicity", e inmediatamente se disculpó por su error, que a la Reina no le molestó en absoluto y por eso se lo hizo saber delante de todos los asistentes al acto del 150 aniversario de Cruz Roja Española.

La Reina subrayó el papel que juega Cruz Roja Española, que "siempre ha estado ahí y forma parte de nuestras vidas. En Siria y en la Asamblea Local de Burgos para atender a ese anciano con vuestro eficaz sistema de teleasistencia; en un pequeño dispensario de Haití o en el centro de transfusión de la calle Juan Montalvo, de Madrid, por ejemplo".

Afirmó doña Letizia que Cruz Roja está siempre donde se la necesita y recordó que esta ONG posee el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2012, porque "prevenís y aliviáis el sufrimiento humano, protegéis la vida y la salud, hacéis respetar la dignidad de las personas, salváis vidas, protegéis los medios de sustento, posibilitáis una vida sana y segura y una cultura de no violencia y paz".

Antes de tomar la palabra, la Reina saludó uno por uno a los ocho voluntarios que le habían precedido en el desarrollo del acto, que fue presentado por los periodistas Esther Esteban e Isaías Lafuente, ambos voluntarios juveniles de Cruz Roja.

Por su parte, el presidente de Cruz Roja Española, Juan Manuel Suárez del Toro, recordó y agradeció la implicación de la Casa Real española con esta ONG, "desde Isabel II", y animó a los voluntarios y a los socios a continuar la labor que hace Cruz Roja desde hace ya 150 años.