Científicos españoles descubren cómo se domesticó el conejo de monte

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo del Consejo superior de investigaciones científicas (CSIC) ha participado en un estudio internacional sobre la domesticación del conejo de monte, a partir de la comparación genética de especies salvajes y de granja.

Publicada en la revista 'Science', esta investigación demuestra que la gran mayoría de las modificaciones genéticas que explican dicho proceso se produjeron en el sistema nervioso y en los tejidos cerebrales de la nueva especie.

Además, demostró que el proceso de domesticación tuvo lugar a partir de “pequeños cambios en muchos genes y no de cambios drásticos en algunos de ellos”.

Se encontraron muy pocos ejemplos donde una variante genética común en los conejos domesticados hubiera reemplazado completamente a la variante genética presente en el de monte, indica el trabajo.

Tampoco se detectó ningún ejemplo en el que un gen hubiera sido inactivado durante la domesticación del conejo y, sin embargo, se hallaron muchos más cambios en la parte no codificante del genoma que en las partes que se traducen en proteínas.

En su libro 'Origen de las especies', Darwin señaló que “ningún animal es más difícil de domesticar que el gazapo del conejo silvestre, mientras que casi ningún animal es más dócil que el gazapo del conejo doméstico”.

De ahí la importancia de este estudio, que intenta explicar cómo los conejos domésticos han perdido el instinto de alerta y la tendencia a escapar tan presentes en sus antepasados, amenazados por depredadores como el águila imperial, el lince o los propios cazadores.

Los resultados del estudio podrían servir para entender cómo se domesticaron otras especies, ya que hasta la fecha se desconoce prácticamente todo sobre este proceso.

Asimismo, la elección del conejo como sujeto de estudio presenta varias ventajas, pues su domesticación tuvo lugar hace solo 1.400 años (la del perro y la oveja comenzaron hace unos 15.000 años); se sabe exactamente dónde ocurrió (en el sur de Francia y la Península Ibérica), y esta región todavía está densamente poblada por conejos salvajes.

Como referencia para este trabajo, los científicos secuenciaron el genoma de un conejo doméstico y después lo compararon con los de conejos domésticos de seis razas distintas y con los de conejos salvajes originarios de catorce lugares diferentes de la Península Ibérica y el sur de Francia.

(SERVIMEDIA)
29 Ago 2014
AGQ/man