Así, el listado de las compañías que conforman el índice mundial incluye a Abertis, Acciona, Amadeus, BBVA, Santander, Caixabank, Enagás, Endesa, Ferrovial, Gas Natural Fenosa, Iberdola, Inditex, Indra y Repsol. En el caso del índice europeo figuran ACS, Amadeus, BBVA, Santander, Caixabank, Ferrovial, Gas Natural, Inditex, Repsol y Telefónica.

A nivel global se han incorporado treinta y dos nuevas compañías entre las que figuran GlaxoSmithKline, Caterpillar, Lockheed Martin, Bank of New York. Por el contrario, han sido eliminadas cuarenta y seis empresas entre las que están General Electric, Bank of America, McDonalds, Starbucks y Nike, entre otras. En lo que respecta al índice europeo se han producido 35 eliminaciones y 11 nuevas incorporaciones.

La presencia española se ha visto reducida en ambos índices. En el mundial han quedado fuera, respecto a 2013, Red Eléctrica Española, Mapfre y Telefónica. En el caso del europeo han sido eliminadas Abertis, Acciona, Enagás, Endesa, FCC, Iberdrola, Indra, Mapfre, y Red Eléctrica.

En total han sido invitadas a participar a cerca de 3.000 empresas, entre las que se encontraban 800 de mercados emergentes, y que han sido analizadas tanto desde el punto de vista económico y financiero, como por sus prácticas sociales, medioambientales y de gobierno corporativo.

Las compañías han sido divididas en 24 sectores industriales con sus respectivos líderes. A este respecto destaca que no hay ninguna compañía española con esta categoría. Por el contrario figuran Siemens, en el sector de Capital Goods; LG en Consumer Durables and Apparel; Unilever en Alimentación; Abbot en Equipos para el cuidado de la salud y servicios; Swiss Re en Seguros; Alcatel en Tecnología y equipamientos; y Air France en Transporte.

En líneas generales las empresas españolas han obtenido buenas clasificaciones, y así por ejemplo Caixabank ha obtenido un total de 82 puntos sobre un total de 100 posibles. Por su parte, Gas Natural ha tenido las mejores calificaciones de su sector en áreas como códigos de conducta, oportunidades de mercado, gestión del riesgo de precio, gestión del riesgo y crisis, sistemas de medida, transporte y distribución, reporte ambiental y social, e indicadores de prácticas laborales y derechos humanos, entre otros.

Para Jose Luis Blasco, socio responsable de Gobierno, Riesgo y Cumplimiento de KPMG en España, considera que esta edición ha sido un año de transición. “Hasta ahora el alto número de empresas españolas que estaban incluidas en el índice suponía un sobredimensionado sobre el total” de entidades, respecto a las que se había invitado participar.

Blasco afirma que en su momento las empresas españolas habían visto la oportunidad, pero ahora se ha producido una importante incorporación de empresas de otros países, que consideran el desarrollo de prácticas y políticas de sostenibilidad una ventaja competitiva. En este sentido, las organizaciones están haciendo que las notas de corte sean cada vez más altas y pone como ejemplo sectores como el de la construcción en el que tienen un fuerte peso empresas coreanas. En muchos sectores puntuación mínima requerida era de 75 sobre 100 posibles, “lo que implica que hay que hacerlo muy bien, y mejorar, respecto a las compañías de sector sobre las que compara el índice”.

Por último, también manifiesta como los analistas han puesto un especial énfasis este año en los informes, que hasta ahora tenían una valoración fundamentalmente cualitativa, pero en esta edición se han definido una serie de indicadores que han objetivizado su puntuación.