En el discurso con el que presentó su candidatura en la sede del PSM y pidió el aval de los militantes, Carmona reivindicó en primer lugar el legado socialista desde la Transición, y mencionó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. “¿Os habéis fijado que ahora todos quiere debatir con Pedro Sánchez? Porque todo el mundo quiere debatir con el próximo presidente del Gobierno”, ironizó sobre la pretensión de hacerlo expresada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

El aspirante a candidato a la Alcaldía de Madrid también reivindicó a su precedesor, el actual portavoz municipal del PSOE, Jaime Lissavetzky, como su “maestro”. Se presentó como “el candidato de los militantes, de los afiliados, de los ciudadanos”, y espetó al auditorio: “Sin vosotros no soy nadie”.

Añadió que “no hay que estar con los ciudadanos, sino ser los ciudadanos”. Más tarde, afirmó: “Cuando dejamos de ser ciudadanos normales, cuando dejamos de ser nosotros mismos, perdemos las eleccones. Cuando nos ven de igual a igual, entienden nuestro mensaje”.

Carmona reconoció que tiene ante sí “un camino difícil, pero no imposible”, que lo seguirá siendo cuando lleguen al Gobierno municipal, cuando tendrán “pocos recursos”. Pero recordó que en 1979 los socialistas tenían menos y, sin embargo, dijo, convencieron y transformaron Madrid “sólo con la palabra”. Dijo que no necesitan más recursos que los afiliados y militantes, frente a los especuladores que, con la ayuda del PP “se han forrado a costa de los madrileños”. Y prometió que encabezará un Ayuntamiento de desahucio cero, para lo que creará una bolsa de viviendas públicas.

Él, aunque se definió como “un hombre de partido” (“quien se meta con mi partido me tendrá siempre enfrente”, proclamó) porque el PSOE ha sido su universidad, reivindicó el Madrid de los inmigrantes y el del colectivo LGTB, el de la poesía, el cine y la cultura, y dio vehementemente su palabra de que el PSOE volverá a ser primera fuerza política en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, y que ahí comenzará el cambio político en toda España para completar una sociedad española que, en su opinión, “está inacabada”. Hoy, dijo aprovechando la fecha, “comienza el otoño del PP y la primavera del PSOE”.