Según informó la Policía, el arrestado está acusado de los delitos de corrupción de menores, posesión y distribución de pornografía infantil, amenazas y defraudación de telecomunicaciones.

El detenido contactó con decenas de menores a través de las redes sociales y, mediante técnicas de ‘grooming’, consiguió que le remitieran fotos de índole sexual propias y de sus hermanos menores. En el registro del domicilio del investigado, los agentes localizaron alrededor de 500.000 archivos de carácter pedófilo repartidos en distintos equipos informáticos.

Con el fin de mantener el anonimato, el acusado había ‘hackeado’ las redes wifi de sus vecinos para chatear con sus víctimas y tratar de evitar ser descubierto por la Policía. El origen de la investigación fue la denuncia interpuesta en el mes de mayo por la madre de una de las víctimas que, de manera casual, descubrió como su hijo menor de edad mantenía una conversación en un chat privado de una red social con una joven, al parecer de su misma edad.

SUPUESTA JOVEN

Este menor había enviado a su interlocutora fotografías y vídeos de índole explícitamente sexual tanto suyos como de su hermano menor. Ante la posibilidad de que estuviera siendo objeto de un caso de ‘grooming’, la madre optó inmediatamente por ponerlo en conocimiento de la Policía.

Tan pronto los agentes especializados en la investigación de delitos telemáticos tuvieron conocimiento de los hechos, iniciaron una compleja investigación, que, en un principio, se centró en la inspección del perfil en dicha red social de la supuesta joven con la que el menor había compartido las imágenes de alto contenido sexual.

Los investigadores pudieron comprobar que en el referido perfil había agregados otros 80 contactos, siendo todos ellos varones menores de edad, razón ésta que les hizo sospechar a los agentes que la usuaria del perfil fuera efectivamente una adolescente, valorando como hipótesis que se tratara realmente de una persona adulta.

Paralelamente y a fin de localizar otras posibles víctimas, los agentes lograron determinar que 40 menores de edad residentes en Córdoba y provincia, le habían remitido igualmente imágenes íntimas. Los investigadores contactaron con ellos y comprobaron que en todos los casos la forma de interactuar con los menores coincidía.

GRABACIONES EN PISCINAS

Las potenciales víctimas aceptaban la petición de amistad de una supuesta joven para contactar con ellos por el chat privado de la red social, entablando una conversación que derivaba en la petición de fotografías y videos con contenido altamente sexual.

Cuando tenía esas imágenes las utilizaba para chantajear y amenazar a los menores con divulgarlas si no enviaban nuevo material, llegando a exigirles incluso que le hicieran fotografías y videos a sus hermanos pequeños de corta edad e incluso grabaran a otros niños en los vestuarios de piscinas o recintos deportivos.

Ante la gravedad de los hechos investigados y el gran número de víctimas menores de edad, se actuó con urgencia para lograr la identificación del autor e impedir que el número de víctimas se incrementase.

Finalmente se logró determinar la identidad del presunto autor, un hombre de 32 años de edad, que contaba con la titulación de técnico superior en sistemas de telecomunicaciones e informáticos, así como otras en redes de Internet. También se procedió a realizar el registro de su vivienda, durante más de seis horas, en el que los agentes inspeccionaron tres ordenadores en los que se encontró abundante material pornográfico de carácter pedófilo, procediendo a su inmediata detención.