El censo fue realizado por más de 60 ornitólogos y voluntarios y las cifras han marcado un récord histórico. El anterior récord era del año 2004, cuando se censaron 14.375 aves, 2.698 menos que este año.

Estos resultados han sido motivados por factores como la gestión interna del espacio, con la creación de zonas de aguas libres donde las aves encuentran alimento y refugio, y el control del agua.

Pero este año ha habido otros dos factores cruciales y que han beneficiado enormemente la presencia de aves acuáticas en esta zona húmeda, y son el fuerte frío que ha hecho en buena parte de Europa y la gran cantidad de agua de buena calidad que ha llegado al parque, bien directamente a través de la lluvia, bien a través de los colmillos y los torrentes.

Una conclusión que el Govern extrae de estos datos es que la Albufera necesita, para su correcta conservación, la llegada periódica de grandes cantidades de agua de buena calidad, ya que, cuando se dan estas condiciones, la Albufera recupera sus ecosistemas y las aves que viven en él.