El frío aumenta la presión arterial y el colesterol, según los cardiólogos
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Un estudio publicado en el 'North American Journal of Medical Sciences' concluye que la incidencia de las enfermedades cardiovasculares varía según la estación del año y que aumenta durante los meses de más frío.
Según explicaron este jueves la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC), las bajas temperaturas activan el sistema simpático nervioso e incrementan la secreción de la catecolamina, una hormona responsable de la subida de la frecuencia cardiaca y por tanto, del gasto cardiaco.
Esto, a su vez, prosiguieron los cardiólogos, provoca un cambio en la composición sanguínea y hace que aumente la presión arterial, el colesterol y el fibrinógeno en sangre, una proteína responsable de la formación de coágulos.
Alejandro Berenguel, miembro de la FEC y vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC, afirmó que "el incremento de la presión arterial y el colesterol, junto con una vasoconstricción de las arterias coronarias y de los vasos del cerebro provocada por el frío, puede desencadenar un infarto o ictus, dependiendo de la zona obstruida".
Además, indicaron los expertos, el aumento de estos factores de riesgo cardiovascular se ve agravado por factores medioambientales y de estilo de vida, tales como la contaminación del aire, la falta de actividad física, el cambio de los hábitos alimentarios o la facilidad para contraer infecciones.
En este sentido, el frío disminuye las defensas del organismo y reduce la capacidad de respuesta ante cualquier complicación.
Además, el aumento de los factores de riesgo provocados por el frío se ve acentuado por un cambio en los estilos de vida durante la época invernal, como la falta de cualquier tipo de actividad física y el incremento de grasas en la alimentación.
Y esto aumenta el riesgo de padecer una angina de pecho o un infarto, especialmente en las personas que presentan unos elevados niveles de colesterol y que ya han tenido o tienen una enfermedad cardiovascular, apuntó el doctor Berenguel.
Ante esta evidencia, los cardiólogos aconsejan mantener una dieta saludable y rica en vitamina D, ya que su deficiencia aumenta el riesgo de hipertensión y diabetes, y controlar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, causantes del incremento del colesterol en sangre y en consecuencia, de la aparición de arteriosclerosis.
Por otro lado, recomiendan también evitar los cambios bruscos de temperatura y abrigarse bien en invierno, así como practicar ejercicio físico al menos una media de 30 minutos al día.
(SERVIMEDIA)
08 Ene 2015
IGA/man