Así, la FICR ha fletado 43 aviones y ha proporcionado unos 2,5 millones de litros de agua limpia y segura para beber, unos 30.000 botiquines y al menos 550 toneladas de artículos básicos a unas 26.000 personas afectadas, como lonas impermeables, tiendas de campaña, kits higiénicos y de cocina o bidones.

Además, esta institución ha logrado actualmente que se abastezca cada día de agua a al menos unas 100.00 personas y se atiendan a unas 500 personas diariamente en sus centros de salud, incluido un hospital de campaña con 70 camas.

Un total de 21 unidades de intervención de urgencia (el mayor despliegue de estas unidades en un solo país en la historia de la Cruz Roja y la Media Luna Roja) trabajan sobre el terreno y la FICR busca material de construcción para ayudar a reconstruir las viviendas previa consulta a las comunidades afectadas.

Voluntarios de la Cruz Roja de Haití, muchos de los cuales han perdido en el terremoto a seres queridos y su hogar, estuvieron entre los primeros en responder a la emergencia y trabajan incansablemente desde entonces, algunos de ellos capacitados para prestar apoyo psicosocial.

Sin embargo, la FICR consideró que ahora toca planificar la recuperación inicial y la reconstrucción para que las personas de Haití puedan rehacer sus vidas, restablecer sus medios de subsistencia y avanzar hacia un futuro más seguro y con mayor capacidad de reacción ante situaciones difíciles.