Según informó Defensa, estos 30 militares forman parte de los 300 efectivos que España desplegará en Iraq y que se encargarán de adiestrar a una brigada de las Fuerzas Armadas de ese país en la lucha contra el EI.

Este grupo terrorista controla el este de Siria y el norte iraquí, así como numerosos pozos petrolíferos, causando desplazamientos de población, asesinatos de miembros de las minorías religiosas y crímenes de lesa humanidad.

Este primer grupo está compuesto de 30 miembros del Mando de Operaciones Especiales, con sede en Alicante, cuyas labores se centrarán en iniciar la formación de los militares iraquíes y preparar la llegada del resto del contingente, que tendrá lugar las próximas semanas, así como de un oficial que se ocupará de aspectos administrativos de la misión.

Este grupo, que viajará a Bagdad en un Airbus A310 del 45 Grupo del Ejército del Aire, se une a los seis españoles desplegados desde hace días en los cuarteles generales de la operación en la región (cuatro en Bagdad y dos en Kuwait) y desplegará en la ‘Baghdad Diplomatic Support’ Center (BDSC), en las proximidades del aeropuerto.

El contingente español, compuesto por miembros de la Legión y que estará al mando del coronel Julio Salom Herrera, formará parte del equipo ‘BPC-Besmayah’, con el que España participará desde la semana que viene en la nueva misión ‘Apoyo a Iraq ’.

El contingente español, que estará en Iraq seis meses, estará integrado por entre 10 y 20 oficiales, que estarán en los cuarteles generales de la coalición internacional; una unidad de operaciones especiales de un máximo de 96 efectivos, que se desplegará en el sur de Iraq para entrenamiento de fuerzas iraquíes; otros 95 militares que adiestrarán, probablemente en Tallil (Nasariyah) a fuerzas iraquíes en desactivación de explosivos, y otros 90 se encargarán de las tareas de mando, control, inteligencia y protección de la fuerza.

La misión en la que se encuadra el contingente español estará formado por soldados estadounidenses, alemanes, holandeses, noruegos, franceses y australianos.

Estaba previsto que los primeros militares españoles pisarán suelo iraquí antes de final de 2014, pero problemas burocráticos retrasaron el despliegue, ya que hubo que concretar con el Gobierno de Iraq una suerte de estatuto que concede a los militares españoles un estatus parecido al de los diplomáticos.

Este retraso sobre los planes iniciales provocaba malestar entre los mandos del Ejército porque, según fuentes militares consultadas por Servimedia, no entendían que el Gobierno de Iraq solicitara la ayuda y ahora estuviera poniendo tantas trabas burocráticas para el despliegue de los militares.

RETORNO DIEZ AÑOS DESPUÉS

El contingente español comenzó a primeros de enero la fase de concentración en la base Álvarez de Sotomayor en Viator (Almería).

Este despliegue significa el retorno de militares españoles a Iraq después de que el día 18 de abril de 2004 José Luis Rodríguez Zapatero anunciara en una comparecencia en La Moncloa, acompañado por la entonces vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el titular de Defensa de la época, José Bono, la retirada “en el menor tiempo y con la mayor seguridad posibles” de las tropas españolas que se encontraban en suelo iraquí.

Inicialmente la duración de la misión será de unos seis meses, prorrogables a solicitud de la coalición internacional contra el EI.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, afirmó este martes que los militares españoles que participarán en la misión internacional en suelo iraquí “tienen la obligación de defenderse en caso de ataque”, aunque matizó que van a una “zona segura”.