Seguridad vial

Un 45% de los conductores mayores se ven forzados a dejar las llaves del coche

- La edad media para dejar de conducir son 75,5 años

- Según un estudio de la Fundación Mapfre y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau

MADRID
SERVIMEDIA

Casi la mitad de los conductores mayores de 70 años -concretamente, un 45%- reconoce que se despidieron de las llaves del coche de manera involuntaria y se vieron obligados a dejar de conducir tras verse forzados por su entorno, sobre todo familiar.

Así figura en el estudio ‘El proceso de cese de la conducción en personas mayores’, elaborado por la Fundación Mapfre y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), y dado a conocer este miércoles.

El estudio se basa en entrevistas detalladas realizadas a 50 participantes que habían dejado de conducir en los últimos cinco años y habían acudido a una unidad hospitalaria de memoria, y familiares que conocieran de mano todo ese proceso.

La intención inicial era analizar el cese de la conducción en la población con o sin deterioro cognitivo, pero se focalizó en este aspecto como principal motivo para decir ‘adiós a las llaves’ por ser una de las razones para dejar de conducir y por la dificultad que a veces supone su diagnóstico temprano y el reconocimiento de los síntomas por parte del conductor o la conductora.

DETERIORO COGNITIVO

La edad media en que las personas participantes dejaron de conducir era de 75,5 años, una cifra algo mayor entre los hombres e inferior en las mujeres. Según el estudio, la mayor parte de las personas mayores abandonan el volante se sitúa entre 76 y 80 años.

En el 61% de los casos, el deterioro cognitivo fue uno de los motivos para plantearse el cese de la conducción, aunque en ninguno de ellos representó el motivo determinante.

Un 45% de los exconductores mayores admitieron que se despidieron de las llaves del coche de manera sugerida o forzada por personas de su entorno, a menudo porque las personas conductoras no reconocían sus dificultades al volante.

Esos conductores dejaron de serlo por sus condiciones médicas (41%), problemas de memoria (36%), dificultades para conducir el vehículo (32%) o un diagnóstico de demencia (23%).

Según la investigación, las respuestas difieren cuando son los familiares los que responden: un 74% de ellos asegura que la persona mayor ha dejado la conducción de forma involuntaria, principalmente por problemas cognitivos (61%), deficiencias en la conducción y malas condiciones físicas (35%), así como por un diagnóstico de demencia (17%).

‘MI FAMILIA YA NO CONFÍA EN MÍ’

‘Ya no soy el mismo’, ‘mi familia ya no confía en mí’ y ‘ya no sirvo para nada’. Así se sienten muchos mayores cuando dicen adiós a las llaves. Según la encuesta, en los casos de cese forzoso, un 41% lo vive de forma negativa, pues siente que pierde autonomía porque no cree que deba dejarlo (27%), no tiene el control de la decisión (18%) y le produce vergüenza y sensación de inutilidad (14%).

Entre las consecuencias más frecuentes cuando se abandona la conducción, destaca el hecho de estas personas tienen menor nivel de independencia (44%) y suelen abandonar alguna de sus actividades habituales (45%).

Cuatro de cada 10 también reconoce que su funcionamiento cognitivo mejora cuando dicen adiós a las llaves. Y un año suele ser el tiempo medio que transcurre desde que se plantea el cese de la conducción hasta que se hace efectivo.

Ante esta situación, Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, y coautor del estudio, propuso mejorar el conocimiento sobre la relación entre deterioro cognitivo inicial y seguridad vial, y alcanzar un consenso sobre las baterías de test más adecuadas para diagnosticar ese deterioro cognitivo y su posible combinación con valoraciones en simuladores o en tráfico real.

Diseñar nuevos test de aptitudes para la conducción de los mayores, fomentar cursos de actualización de conocimientos y habilidades de conducción en todos los conductores, y facilitar herramientas para el autodiagnóstico preliminar de las capacidades de conducción, incluidas ‘apps’, son otras propuestas del estudio.

MENOS SINIESTROS, PERO MÁS VULNERABLES

Por otro lado, los conductores mayores registran menos siniestros viales que los jóvenes, pero son más vulnerables cuando sufren lesiones de tráfico. También se caracterizan por ser el grupo con mayor experiencia y ser menos arriesgados que otros conductores.

El estudio apunta que los siniestros viales con mayores de 65 años al volante son entre un 24% y un 51% menos frecuentes que los que registran los más jóvenes (según la patronal aseguradora Unespa) y que los mayores de 74 años presentan la tasa más alta de fallecidos viales de entre todos los grupos de edad (según la DGT).

Ello se debe en parte a su mayor fragilidad física y al hecho de que, a menudo, estas personas conducen vehículos más antiguos que la media y se desplazan con mayor frecuencia por vías secundarias, menos seguras que autovías y autopistas.

Para evitar riesgos al volante, expertos en seguridad vial de la Fundación Mapfre recomendaron a las personas mayores pasar todos los reconocimientos psicofísicos necesarios para renovar el permiso de conducir y hacer caso a las recomendaciones de los médicos, así como viajar acompañado siempre que sea posible y no usar el coche en hora punta ni en condiciones meteorológicas adversas y horarios nocturnos.

Ser consciente de los efectos de los medicamentos y sus posibles implicaciones en la conducción, aproximarse con cuidado a las intersecciones, acostumbrarse a mirar dos veces a ambos lados de la carretera antes de proseguir y extremar las precauciones a la hora de girar, así como utilizar el transporte público siempre que exista esta posibilidad son otras recomendaciones.

(SERVIMEDIA)
10 Jul 2024
MGR/gja