El estudio presenta un clima general de desconfianza, pero muestra que los españoles creen que su situación mejorará en el futuro. Este Índice de Confianza Social, elaborado con la colaboración de las Fundaciones Agbar y Aque, se situó en septiembre de 2014 en 72,3 sobre 200.

El índice mide del 0 a 200 el grado de confianza social de las personas, tanto a nivel colectivo como individual. A este respecto, el 0 supone nula confianza, en 100 se situaría el punto de equilibrio y 200 sería el máximo posible.

El indicador responde a la confianza agregada de nueve indicadores sociales: la vivienda, el mercado laboral, la sanidad, la educación, las prestaciones sociales, las pensiones, las instituciones políticas, las instituciones económicas y empresariales y los medios de comunicación.

De los ámbitos analizados, el que genera mayor confianza es el de los medios de comunicación con un 101,3, seguido del mercado laboral, con un 93,9, y la vivienda, con un 84,6. Por el contrario, los que menor seguridad inspiran a los consultados son el sector de las prestaciones sociales, con un 50,7, y las instituciones políticas, con un 51,4.

Sobre las perspectivas de futuro, los resultados reflejan que la mayoría de indicadores crecen cuando se proyectan a varios meses vista salvo en el caso de la vivienda. Destacan en este sentido las instituciones económicas, que pasan de un 60,1 a un 70,1 y el mercado laboral, cuya confianza se incrementa del 89,2 al 98,6.

No son tan optimistas los consultados en relación a la educación, cuyo índice apenas crece un punto en esta progresión; sanidad, que aumenta en otros dos, o las instituciones políticas, con seis puntos de diferencia.

MEJORA DE LOS INDICADORES

Todos los indicadores mejoran notablemente con respecto a una experiencia piloto realizada en febrero de 2014. El índice registrado en aquella fecha apenas alcanzaba el 53 sobre 200, casi veinte puntos menos que seis meses más tarde.

Para el director general de Francisco Longo, “la confianza es un activo social de primer orden”. “Los altos niveles de confianza en una colectividad influyen en la reducción de costas de transacción de las actividades de los mercados, aumentan el impacto obtenido por la acción de los gobiernos, estimulan el crecimiento de los resultados y la dimensión de las empresas y, en general, contribuyen al progreso económico y al desarrollo humanos de los países”, destacó.

Por su parte, Angel Font, director corporativo de Personas y Estrategia de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’ destacó que “queremos poner el concepto de confianza en el centro de debate y el análisis social”. “Es indiscutible que necesitamos cifras, datos y estadísticas para entender la realidad que nos rodea”.