Según datos de la Conferencia Episcopal, de los 44 bienes culturales españoles declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, 22 cuentan con una presencia significativa de las entidades de la Iglesia, ya sea en forma de propiedad (Catedrales de Burgos, Sevilla y Toledo, etc.), por el origen (Camino de Santiago, Alcalá de Henares), por la presencia en los conjuntos de numerosas iglesias o conventos (Ávila o Santiago de Compostela) o por otros variados motivos.

“Para dichos enclaves la presencia de estos bienes es una clara aportación al desarrollo económico de la zona por su gran valor cultural y la atracción turística que generan”, afirman los obispos en su Memoria de 2012, los últimos datos disponibles consultados por Servimedia.

Además, la Semana Santa de Granada, Sevilla, Zamora o Valladolid son algunas de las 26 fiestas religiosas declaradas de interés turístico internacional a las que hay que sumar otras 64 de interés turístico nacional, en las que se incluyen también las Semanas Santas de El Ferrol y Badajoz.

Ese año, más de 25 millones de personas participaron en 2012 en fiestas de carácter religioso, entre ellas las de Semana Santa, además de peregrinaciones y otras celebraciones. Además, los viajes religiosos y peregrinaciones que se realizaron en España en ese año registraron el gasto medio diario más elevado: 57,9 euros, convirtiéndose en la primera motivación de viajes que genera mayor gasto medio.

“MUCHO ESFUERZO” EN CUIDAR PATRIMONIO

El obispo de Ávila y presidente de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal, Jesús García Burillo, explicó a Servimedia que el cuidado del patrimonio de la Iglesia, en el que se incluyen templos e imágenes que protagonizan con “gran una calidad y cantidad” las actividades religiosas de estos días, “lleva mucho trabajo y mucho esfuerzo”.

García Burillo recordó asimismo que gracias a los católicos se puede disfrutar del legado artístico religioso, como ocurre en los pequeños pueblos, donde “las comunidades creyentes se ocupan del patriminio eclesiástico, por eso está vivo”.

El prelado, que subrayó que en el caso de Castilla y León el patrimonio eclesiástico alcanza el 75% del patrimonio general de esta comunidad autónoma, también hizo hincapié que estos bienes son “el instrumento de la evangelización”, “razón de la belleza o de la motivación religiosa para que la gente pueda descubrir y admirar el misterio que tienen”.

LA MEZQUITA Y EL IBI

En el caso concreto de la Catedral de Córdoba, antigua mezquita, dijo que “a pesar de la repercusión mediática que tiene, veo que el Cabildo y el Obispado están con mucha paz y mucha tranquilidad”. “Hay datos históricos que avalan y garantizan la propiedad de un monumento artístico de la magnitud que es la Catedral y la mezquita de Córdoba para que se espere que todo continúe como lo está haciendo: al servicio de todos aquellos que lo quieren visitar. La Iglesia tiene gran preocupación el deseo de mostrar todos los bienes que tiene para que sean admirados y contemplados. Y por eso todo ese trabajo de restaruación y de mantenimiento extraordinario”, apostilló.

Finalmente, el presidente de la Comisión de Patrimonio Cultural (sin jurisdición sobre los obispos, sólo a nivel consultivo) defendió que “no es cierto” que la Iglesia no pague el IBI. “Hay una serie de edificios de los que está exenta, como son todos aquellos que se dedican al culto y las residencias propias de los que servimos el culto. El resto de propiedades la Iglesia paga el IBI igual que todo el mundo”, concluyó.