Ante las numerosas preguntas que se le formularon sobre pactos postelectorales en el coloquio posterior a su intervención en la tribuna informativa que organiza Nueva Economía Fórum, Bono, que en un primer momento dijo que “hablar de pactos antes de las elecciones sería un error” que él no quería cometer, fue poco a poco desgranando sus preferencias para el PSOE, partido en el que aseguró que militará siempre.

Sobre el PP, dijo que en ese partido hay varios sectores (por ejemplo, apuntó que “no es lo mismo Esperanza Aguirre que (José Manuel García) Margallo”, pero que “los ultras siguen dentro y el modo de comportarse de algunos en el PP no invita a acercarse a ellos”.

Mucho más, directa o tácitamente, se extendió sobre Podemos, con cuyos dirigentes Pablo Iglesias e Íñigo Errejón cenó en su casa junto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, un encuentro que trascendió a la prensa causando una notoria polémica y elucubraciones sobre su posible trascendencia política.

Así, comentó que le “gustaría que el PSOE no pactara con un partido que no defendiera la unidad de España” o que “esté radical y violentamente en contra de la Constitución”. Criticó también en referencia a este partido a “quienes defienden el derecho de autodeterminación” en Cataluña “y en Madrid defienden la indeterminación”, y contrastó la gran cantidad de banderas griegas que pueblan los actos de Syriza con la ausencia de la española en los de Podemos.

En otros momentos, reconoció que le gusta que “los radicales y los intransigentes” bajen en las encuestas, dijo que no se imagina “una política en la que lo asambleario, lo digital o lo telemático sustituya a los cauces tradicionales”, proclamó que “la moderación es aliada casi siempre de la libertad”, confesó que le “da miedo” que algunos digan que ahora el miedo va a cambiar de bando, se preguntó “dónde van a poner el pie para asaltar el cielo” y pronosticó que “con ese radicalismo” y esas posiciones “ultras” Podemos sobrevivirá un tiempo, pero finalmente desaparecerá .

Por el contrario, cuando se le preguntó por el posible papel que desempeñará Ciudadanos, Bono, quien en su conferencia se había confesado amigo de su presidente, Albert Rivera, y dijo que también había comido con él para restar importancia a la cena con Iglesias y Errejón, afirmó que Rivera le parece “bastante mas sensato y templado que los que le insultan” desde el PP y que en el PSOE hay “más gente cercana a posiciones templadas que radicales”. Así por poner un ejemplo, cree que el candidato socialista a la Alcaldía, Antonio Miguel Carmona, al que presentó su conferencia “tiene más posibilidades de recibir ese voto templado que Aguirre”.

En todo caso, Bono no quiso dar ningún consejo al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al que dijo que ya le dio su apoyo en las primarias en las que se alzó en el cargo y que le buscó los avales que pudo. Se declaró “encantado de que le vaya muy bien” y ensalzó su actuación en el pasado Debate del Estado de la Nación, donde cree que dejó “sin papeles” al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que supuso “un punto de inflexión” en su camino a La Moncloa.