Según el último Boletín Mensual de Estadística del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, 39.528 hectáreas de las arrasadas el pasado año eran superficie arbolada, lo que representa un 35,7%. Otras 65.541 hectáreas eran de matorral y monte abierto (59,2%) y 5.714 correspondían a pastos y dehesas (5,2%).

A lo largo de 2009, el 0,42% de la superficie forestal nacional se vio afectada por incendios, cifra ligeramente inferior al 0,47% de promedio de la última década pero que duplica la correspondiente a 2008 (0,19%).

De los 15.391 siniestros ocurridos en 2009, sólo 5.542 (36%) fueron incendios propiamente dichos. Los 9.849 (64%) restantes se catalogaron como conatos de incendio (afectaron a menos de una hectárea).

Medio Ambiente destaca también que el año pasado se produjeron 33 grandes incendios (afectaron a más de 500 hectáreas), dato que contrasta con los seis que tuvieron lugar el ejercicio anterior. Esta cifra de grandes incendios fue la quinta más alta desde 1999.