La emisión no incorporó ni lengua de signos española ni subtitulado, lo que supuso que una parte de la ciudadanía fuese discriminada por un medio tan popular como la televisión. Este hecho, asegura la federación, originó que las 25.000 personas sordas que viven en la Comunidad de Madrid, no pudieran esclarecer sus dudas de cara a las elecciones.

Para la presidenta de FeSorCam, María Concepción Gutiérrez, "es incomprensible que las ciudadanas y ciudadanos sordos no puedan enterarse de lo que pasa en la vida política de su país, situación especialmente grave si tenemos en cuenta que Telemadrid es una televisión pública y que, por tanto, debería ser una televisión de todos".

En este sentido, FeSorCam insta a las cadenas de televisión a que cumplan la legislación vigente, poniendo en marcha medidas que garanticen que este colectivo tenga un pleno acceso a la información y pueda participar de los distintos ámbitos de la vida pública en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía.