El encierro de los Miura, el más rápido de estos Sanfermines, con una duración de dos minutos y cinco segundos, transcurrió con la manada agrupada durante todo el recorrido, desde los corrales de Santo Domingo hasta los de la plaza de toros de Pamplona.

Al poco de comenzar la carrera un mozo sufrió un fortísimo golpe en la cabeza, al salir rebotado de la pared cuando se retiraba y ser golpeado con gran violencia por uno de los toros.

Desde este lugar el encierro discurrió muy limpio -con las habituales e inevitables caídas- hasta llegar a la curva de Telefónica, en cuyo inicio varios mozos fueron atropellados por uno de los morlacos, en especial uno de ellos que fue volteado. El mismo toro se encontró unos metros más adelante con un grupo de corredores, a los que golpeó, pero sin empitonar a ninguno de ellos.

Los momentos quizás más críticos se vivieron en el callejón de entrada a la plaza, donde cayeron muchos corredores y algunos de ellos fueron golpeados con los cuernos y las patas de los animales.