Rato. Fernández Díaz asegura que era su deber atender la preocupación de Rato por su seguridad personal

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El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró este viernes que era su deber “inexcusable” atender la preocupación de Rodrigo Rato por su seguridad personal y la de su entorno más íntimo en un momento en el que se siente especialmente “vulnerable” y en el que temía una reducción de su servicio de protección como expresidente del Gobierno.
Fernández Díaz compareció en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados para explicar las circunstancias de su reunión con Rato en el Ministerio del Interior el pasado 29 de julio, a las doce del mediodía y con una duración de casi una hora.
Aseguró que la reunión versó sobre algo tan “personal, íntimo y sensible” como la seguridad de Rato, y lamentó que la “irresponsabilidad de algunos” le obligue a desvelar el contenido de ese encuentro, sobre el que era su deseo mantener cierta “reserva” por pertenecer al ámbito más personal de quien ejerció una importante responsabilidad pública.
Rato, explicó, tenía una “fundada” preocupación por estar recibiendo “graves amenazas y ofensas” de modo verbal y a través de las redes sociales, como refleja una muestra que enseñó a los parlamentarios de hasta cuatrocientos mensajes en Twitter.
Como exvicepresidente del Gobierno, Rato dispone de un servicio de protección a cargo del Ministerio del Interior, como quienes han sido presidentes o ministros del Interior, pero temía una “eventual retirada” de esa seguridad dada la reducción “drástica” que se está acometiendo en los últimos tiempos, entre otros motivos por el desvanecimiento de la amenaza de ETA.
De 429 personas protegidas por Interior se ha pasado a 164, dijo el ministro, sin entrar en más detalles por tratarse de una materia reservada. La decisión sobre mantener, reducir o retirar la protección obedece a evaluaciones personalizadas, explicó, y así se lo explicó a Rato en la reunión.
El día de la reunión no fue casual, aseguró, ya que se tenía que celebrar antes del periodo vacacional por el impacto que eso tiene en los dispositivos de seguridad y en los riesgos, y porque los días previos su agenda se lo impedía.
Fernández Díaz aseguró que hubiera sido una “irresponsabilidad” hacer caso omiso como ministro del Interior a esa preocupación por parte de quien, más allá de sus actuales circunstancias personales y procesales, ha sido director gerente del FMI y vicepresidente del Gobierno durante ocho años.
Haría “exactamente lo mismo” con cualquier otra persona de similar relevancia pública que se encontrara en situaciones parecidas, dijo, y de hecho aseguró que son “decenas” los recibidos en Interior por cuestiones de ese tipo, en muchos casos por él mismo y en otros por sus colaboradores.
En el caso de Rato, decidió que le tenía que recibir personalmente porque conoce “de primera mano” el contenido y los detalles de esos servicios de protección, y porque debido a una “cuestión de proporcionalidad” dada la relevancia pública del exvicepresidente entendió que su petición era “justificada”.
"PLENO RESPETO A LA LEY"
Insistió en que no ha intercedido por Rato ante ninguna institución o autoridad y que ni siquiera conoce los detalles de las investigaciones sobre él, porque “ni puedo ni debo”, dado que los agentes de Policía o Guardia Civil que actúan como policía judicial lo hacen bajo la dirección de jueces y fiscales.
Interferir en las investigaciones es algo que “ni se le puede pasar por la cabeza” a ningún ministro del Interior, y que alguien lo piense “me preocupa” porque legalmente es “imposible” y supondría un delito por parte de quien lo intentara y de quien lo permitiera.
Siempre actuó, aseguró, “con pleno respeto a la ley, al Estado de Derecho y al principio de separación de poderes”, y convencido de que no podía hacer “dejación de funciones” por cuestiones de oportunidad política o de comodidad.
Debido a la necesidad de mantener la reserva sobre el contenido de la reunión, el Ministerio optó por un comunicado en el que se reducía a “personal” el asunto y él no quiso hacer declaraciones, confiando en que “el tema amainara” y no fuera necesario hablar de ello en público.
Pese a querer mantener la reserva sobre el contenido de la reunión, el ministro hizo gala de que una vez que decidió recibirle, tuvo claro que la reunión tenía que ser en el Ministerio del Interior precisamente por “transparencia”, porque no tenía “nada que ocultar” y porque de haberlo hecho en un “piso franco” o en la “clandestinidad” se le hubiera acusado de algo reprochable ética o legalmente.
Prueba de esa transparencia, aseguró, es que Rato entró “a plena luz del día” en el Ministerio por la puerta principal y se dirigió a su despacho con toda normalidad, y de hecho “no se cruzó de milagro” con el presidente del Ateneo de Madrid, al que recibió justo después.
Acusó a la oposición de “construir artificialmente un escándalo donde no hay más que cumplimiento del deber” por mera “voracidad electoralista” e ignorando que otros muchos han tenido reuniones similares, y él haría lo mismo por cualquier otro responsable público con independencia de sus circunstancias y de su afiliación política.
(SERVIMEDIA)
14 Ago 2015
CLC/caa