En declaraciones a Servimedia, Querub tildó la decisión de “discriminatoria y racista”, y agregó que a Matisyahu se le pide tales manifestaciones políticas “por ser judío”.

Por ello, “no se trata tanto de discriminación ideológica, como de un acto de puro antisemitismo y de racismo”.

Lamentó que la dirección del festival haya sucumbido “al chantaje indecente” del BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) del País Valencià, que inició una campaña en redes sociales para la cancelación del concierto del artista israelí, por considerar que este “no respeta los derechos humanos y justifica un estado de apartheid en Palestina”.

“Es muy triste que en España se vuelvan a exigir estos códigos de limpieza de sangre”, y subrayó que tales exigencias “son contrarias a nuestra Constitución”.

PP, Ciudadanos, UPyD y PSOE han criticado la decisión, mientras que Izquierda Unida, Podemos y, sobre todo, Compromís dicen respetar y apoyar la medida.

Para Querub, esta actitud de partidos políticos es contraria a los valores democráticos, y denunció que un festival que también recibe fondos públicos se permita estos desmanes.