En el debate de las enmiendas de totalidad a los Presupuestos, Tardá exhibió desde la tribuna una convocatoria para esas citas como “respuesta catalana” al Gobierno y la prueba de que es “inevitable, democrático, que queramos construir nuestra república catalana”.

“Estamos hartos de sus mentiras, de sus triunfalismos”, proclamó Tardà, que puso varios ejemplos de las “falsedades” que contienen las cuentas. Uno de ellos, que la cifra absoluta de inversiones en Cataluña es superior a la de años anteriores, pero en términos globales los Presupuestos “siguen anclados en el expolio” y “deliberadamente ponen en jaque” el principal eje de desarrollo del Mediterráneo, el corredor ferroviario. La conclusión, en su opinión, es que la palabra del Estado español para con Cataluña “no vale absolutamente nada”.

Otra “mentira”, prosiguió, es hacer creer a los ciudadanos que los Presupuestos son “muy sociales” cuando el gasto social respecto del total se ha reducido y cuando siguen respondiendo a una “concepción retrógrada del Estado social” y así lo demuestra una reforma fiscal que favorece a las rentas altas y reduce la capacidad redistributiva del sistema.

Tardà se preguntó cómo puede el Gobierno “alardear” de recuperación económica sin aumentar el gasto social mientras aumentan la pobreza y la exclusión social, cómo puede “sacar pecho” de gasto social sin cumplir siquiera con el 50% de las obligaciones contenidas en la ley de atención a la dependencia, se han reducido las partidas para becas, los parados de larga duración son más de 3,2 millones y las prestaciones por desempleo bajan un 21%.

Limitan el crecimiento de las pensiones a lo estrictamente legal y reducen un 33% los recursos para investigación, desarrollo e innovación, denunció, pero “alardean” de estar poniendo las bases del crecimiento y de un nuevo modelo productivo.

Tardà concluyó que la recuperación económica impulsada por el PP se basa en el sacrificio y la pérdida de derechos de las clases populares, y alertó al Gobierno de que no tiene “ningún argumento moral ni ético” que justifique un “criminal” aumento del gasto militar en términos porcentuales y absolutos.

Con todo ello, llamó a dar a esas políticas “una patada al culo democrática, con votos, en las urnas”. Ante las protestas de los diputados del PP, Celia Villalobos, que ejercía las funciones de Presidencia del Congreso en ese momento, dio las gracias irónicamente a Tardà “por sus palabras, magníficas”. “Ay, Dios”, dijo, antes de dar la palabra al siguiente orador del Grupo Mixto.