José Antonio, quien regenta el ‘Café-Bar Sacedón’, aseguró a Servimedia que la continua pérdida de agua del pantano de Entrepeñas supone el principal tema en la sobremesa de sus parroquianos. “El reclamo turístico es el agua, el pantano. Y no hay”.

El embalse se encuentra por debajo del 15% de su capacidad, y el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, tal y como recoge el BOE, ha aprobado un nuevo trasvase a través del acueducto Tajo-Segura que supone el desvío de 15.000 millones de litros para abastecer la cuenca del Segura a partir de Entrepeñas y Buendía, ambos embalses muy cerca de Sacedón.

“Antes había 2.000 barcas, ahora hay 200”, lamentó Luis Blasco, quien trabaja con piraguas en Multiaventuras Sacedón. Según explicó, aquellas personas con embarcaciones las han mudado a otros lagos, en vista de la escasez de agua que hace complicada la práctica de pesca. “Este año los peces han desovado en tierra”, ya que lo hacen en agua pero, a las semanas, el nivel de esta baja considerablemente.

Luis ahora se va con sus piraguas a un río a 15 kilómetros de Sacedón, teniendo el pantano junto al pueblo. “Antes cogías la piragua y la metías al agua, ahora hay que andar kilómetros” para llegar al agua. El impacto en el turismo ha sido desolador: “Los clientes que venían a pasar una semana veían lo que había y cambiaban de destino”.

Según el Gobierno, los embalses se encontraban “en situación hidrográfica excepcional” de nivel 3 a principios del mes de agosto, pero José Antonio asegura que “está a un 14%, que es irreal, hay que restar el barro, las ramas, la porquería…” que según este hostelero supone gran parte del pantano de Entrepeñas.

Tanto Luis como José Antonio coincidieron en que la distribución del agua debe ser equitativa. “Si el agua es para todos, que lo sea, pero que no nos dejen el pantano seco”, destacó el primero, mientras que el segundo sentenció que “el problema ha sido entre comunidades y de la política”. La portada de la web del Ayuntamiento de Sacedón, que hoy comienza sus fiestas patronales, reza: "¡Basta ya! No al trasvase”. Frustración en un pueblo que vive de su pantano.