Investigadores destacan la importancia de identificar a los pacientes de alzhéimer antes de que enfermen

MÁLAGA
SERVIMEDIA

David Rubinsztein, miembro del Instituto de Investigación Médica de Cambridge, explicó hoy en el tercer Congreso Internacional sobre Investigación e Innovación en Enfermedades Neurodegenerativas, que se celebra en Málaga, que el principal obstáculo en la investigación de los tratamientos contra la Enfermedad de Alzheimer es que los ensayos se dirigen a pacientes en fases muy tardías, cuando lo que “necesitamos es identificar a los pacientes y los tratamientos que podemos administrarles antes de que enfermen”.

“Si podemos encontrar el equivalente en alzhéimer a los tratamientos para reducir el colesterol, podríamos retrasar la aparición de la enfermedad y conseguir que las personas tengan más años de buena función cognitiva”, aseguró el experto.

Así, recordó además, que la Enfermedad de Alzheimer es una patología típicamente de edad avanzada, y su incidencia está aumentando debido al aumento de vida de la población, por lo que “los pequeños cambios que aportarían estos tratamientos, supondrían un impacto tremendo en la población en su conjunto”.

Además, señaló que la investigación en alzhéimer también se ve negativamente afectada por la inestabilidad financiera, y que lo que necesita es “un compromiso de financiación a largo plazo”, ya que “los auges y caídas en la financiación de los proyectos hacen muy difícil tanto el trabajo de los investigadores, como el desarrollo de las carreras de los jóvenes científicos”.

“Es necesario convencer a los políticos y a los organismos de financiación del valor y el potencial de la investigación básica, dado que muchos de los principales avances médicos de las últimas décadas han sido producto de los beneficios imprevistos de la investigación básica”, añadió.

Durante su ponencia en este Congreso que se celebra hasta este miércoles en Málaga, describió dos posibles estrategias terapéuticas para tratar las enfermedades neurodegenerativas. Por un lado la regulación positiva de pequeñas proteínas chaperonas que consigue reducir la agregación de diversas proteínas que causan estas enfermedades y por otro la regulación positiva de la autofagia, que contribuye a eliminar proteínas tóxicas que se encuentran en el citoplasma de las neuronas. “Sin embargo, esta situación se complica en las fases más avanzadas de la enfermedad, por lo que es más difícil predecir los beneficios o riesgos que esta estrategia podría llegar a tener”, declaró.

(SERVIMEDIA)
22 Sep 2015
SRH/gja