La ablación, que es practicada mayoritariamente a menores, constituye una de las mayores violaciones de los derechos de la mujer y puede ocasionar graves problemas urinarios, infertilidad y complicaciones en el parto, además de suponer una flagrante vulneración de los derechos sexuales y reproductivos, según declaró el Gobierno catalán en un comunicado.

La Consejería de Salud catalana, la de Bienestar Social y Familia y la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo “han trabajado de manera conjunta para que la sanidad pública catalana pueda practicar la reconstrucción de clítoris a niñas y mujeres residentes en Cataluña”.

Será una unidad mixta, compuesta por ginecólogos y cirujanos plásticos, la encargada de realizar las cirugías. Desde la Generalitat indicaron que no se puede garantizar la plena recuperación de la sensibilidad en la zona del clítoris, aunque sí reconstruirlo.