Cataluña. Piqué considera una “apropiación indebida” el uso que el independentismo hace del Parlamento

MADRID
SERVIMEDIA

El exministro de Asuntos Exteriores Josep Piqué asegura que es “muy grave” que “por primera vez” desde 1934 el “desafío contra la Constitución y contra España” tiene lugar desde las propias instituciones catalanas “nacidas al amparo de la propia Constitución”. A eso el derecho, dice, lo denomina “apropiación indebida”.

Así consta en una carta, fechada el día 23 de julio de 2015 y recogida en el libro ‘Todos los cielos conducen a España. Cartas desde un avión’, escrito por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, en la que éste le muestra sus inquietudes por el desafío soberanista impulsado por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.

En ese sentido, Piqué subraya que la amenaza independentista no la protagonizan unas determinadas fuerzas políticas (“lo que es perfectamente legítimo”), sino una institución como la Generalitat, “es decir, su Gobierno y su Parlamento”, que ha de defender al conjunto de la ciudadanía y no a una parte, “por muy significativa que sea. A eso el derecho lo denomina apropiación indebida”.

Piqué considera todavía más grave el “desagarro interno” que este desafío ha ocasionado a la sociedad catalana, así como el “alejamiento emocional” con el resto de los españoles. “Eso es profundamente dramático. Y enormemente triste”.

Del mismo modo, Piqué apela a la necesidad de movilizar a esa mayoría silenciosa de catalanes que no defienden posiciones independentistas tanto en la “calle” como en las “urnas”. En esta labor, insiste, deben jugar un papel capital los partidos políticos constitucionalistas.

A su vez, el exministro cree que los independentistas han utilizado a su favor la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, cuya elaboración fue un “disparate político y jurídico”, para afirmar, en nombre de todos los catalanes, que “no se sienten reconocidos ni amparados en el Estado español”.

De todos modos, Piqué afirma que el éxito del soberanismo catalán se explica a partir de un proceso de “construcción nacional”, que se ha valido del uso que han hecho del sistema educativo y de la lengua como “instrumento de confrontación y alejamiento”, del uso que los medios de comunicación públicos y privados catalanes han hecho de “agravios” y “hechos diferenciales” y de la “progresiva desaparición” de los símbolos del Estado y el “oscurecimiento” de sus instituciones.

Por su parte, Margallo, en una misiva fechada el día 3 de julio de 2015, defiende que una declaración unilateral de independencia no gozará nunca de la aprobación de la comunidad internacional al no ser reconocida ni por Naciones Unidas ni por la Unión Europea.

“En algo tienen razón: Cataluña no podría ser expulsada de la Unión Europea, porque sólo se puede expulsar a quien está dentro”.

Por último, afea a los impulsores del proceso independentista que hayan extendido entre los catalanes la idea de que las “calamidades” que padecen como consecuencia de la actual crisis económica desaparecerán “como por arte de magia” con una Cataluña independiente. Todo eso es, desde su punto de vista, propio de “Alicia en el país de las maravillas”.

(SERVIMEDIA)
27 Oct 2015
MST/pai