Patricia Moya, acogida en una familia a los 9 años: “Hasta que no llegué a mi familia de acogida no supe cómo abrazar o dar un beso”
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Patricia Moya, de 19 años, acogida en una familia desde que tenía 9 años, explicó este lunes en la presentación del II Congreso por el Interés Superior del Niño que cuando llegó a su familia de acogida tenía grandes carencias afectivas y, de hecho, reconoció que “no sabía cómo abrazar, ni cómo dar un beso porque nunca lo había hecho”.
Vivió con su familia biológica hasta los 6 años, edad a la que ingresó en un centro residencial. “En la residencia iba al colegio y convivía con otros 10 o 12 niños. Allí, los cuidadores se preocupaban de hacer su trabajo, es decir, de que no nos cayéramos, de que no nos pasara nada, y de que hiciéramos los deberes”, contó, “pero ahora puedo decir, que hasta que no llegué a mi familia de acogida no me fui dando cuenta de las necesidades que tenía o que cualquier niño puede tener”.
En este sentido, relata cómo se sorprendió cuando en su nueva familia empezaron a preocuparse no solo de que hiciera los deberes, sino de que los hiciera bien, de que aprendiera, de qué tipo de ropa le gustaba, etc. “En una familia de acogida es donde de verdad creces como cualquier niño en una familia normal, donde te das cuenta de lo que te aportan unos padres y donde recibes su cariño, que para un niño es lo más importante”, aseguró.
María Arauz, vicepresidenta de la Asociación de Acogedores de Menores de la Comunidad de Madrid (Adamcam) y coordinadora del II Congreso del Interés Superior del Niño, recordó que “la infancia es la etapa más importante de una persona, ya que es cuando se establecen los cimientos de lo que va a ser su vida”. Por esta razón, según la vicepresidenta, los menores necesitan adultos a los que vincularse y figuras de apego. Como dice Jesús Palacios, psicólogo especialista en psicología evolutiva, cada niño necesita a una persona que esté “loca por él”.
Arauz recordó durante su intervención en la presentación del Congreso, que de los 22.000 niños que viven en España bajo la protección de las administraciones, solo el 15% lo hace en una familia de acogida, mientras que otro 10% lo hace en pisos tutelados, y el 75% restante en residencias. En este sentido, aseguró que “España es uno de los países más solidarios del mundo” y que “si no se acoge más, es porque esta figura de protección no se conoce lo suficiente”.
Asimismo, explicó que “otro de los motivos por los que la gente no acoge es porque tiene miedo a que le quiten al niño”, pero que “eso sucede muy pocas veces”. Así, informó de que “generalmente se trabaja bien, hay acogimientos temporales en los que el niño está con la familia de acogida solo unos meses, hasta que el padre salga de prisión o resuelva su situación, pero en estos casos la familia lo sabe y se ha prestado previamente a ello”. “Por otra parte, están los acogimientos con vocación de permanencia en los que en más de un 90% de los casos, el menor continúa con la familia hasta su mayoría de edad, y muchas veces, hasta después de ésta”, aclaró.
“Además, hay que pensar que los hijos, sean biológicos o no, siempre terminan yéndose porque no nos pertenecen; son algo tan grande, que no se puede poseer”, aseguró Arauz, añadiendo que “hay otros lazos, incluso más fuertes que los de sangre”.
Así, para informar e intentar crear una verdadera cultura de acogimiento familiar en la sociedad española, la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (Aseaf) y la Asociación de Acogedores de Menores de la Comunidad de Madrid (Adamcam) han organizado, con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el II Congreso del Interés Superior del Niño, que tendrá lugar en Madrid, los días 19 y 20 de noviembre, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos del Niño.
Arauz informó de que se trata del primer foro nacional sobre acogimiento familiar que se celebrará tras la aprobación el pasado mes de julio de la nueva Ley de Protección a la Infancia y la Adolescencia. “La nueva legislación introduce novedades importantísimas que van a permitir a la Administración empezar a trabajar de otra manera, cumpliendo unos plazos, priorizando el acogimiento familiar frente al residencial, y poniendo en el centro de todas las decisiones el interés superior del niño, que es el principio inspirador y regulador de toda la ley”, aseguró.
(SERVIMEDIA)
02 Nov 2015
SRH/gja