El Día de la Memoria se instauró en la etapa de López como jefe del Gobierno vasco el 10 de noviembre como un homenaje a las víctimas por ser el único día del calendario en el que no ha habido víctimas por actos terroristas. A la celebración de esta edición, por la inclusión en la celebración de víctimas de “abusos policiales”, Partido Popular y UPyD rechazaron su participación.

López, en declaraciones a los periodistas en la sede de Ferraz, afirmó que “todos podemos definir una memoria desde la verdad, desde el reconocimiento” y, a su juicio, “quien tiene que avanzar fundamentalmente es el mundo de la izquierda abertzale, de Bildu”.

En este sentido, dijo que ante la reflexión que está haciendo este partido espera que lleguen a varias conclusiones: la primera es la de exigir a ETA su desaparición, la segunda la de asumir la responsabilidad que tuvieron en el pasado porque no es que tuvieran estaban cerca de las víctimas, sino que estaban “con los verdugos”; y la tercera que estén “cerca de las víctimas”, en el futuro “sin equidistancia, sin cálculos y sin ambigüedades".