"Es absolutamente inaceptable, y contrario al derecho internacional, las medidas anunciadas por algunos países de restringir el acceso de personas refugiadas tras los atentados de París. Parece que algunos que llevan meses regateando en sus obligaciones con los refugiados han encontrado una excusa, más que un motivo real, para cerrar sus fronteras y no cumplir con sus obligaciones internacionales", señaló CEAR en un comunicado.

La comisión reclama "responsabilidad en la información y los discursos de líderes políticos y sociales y medios de comunicación para no fomentar actitudes racistas y xenófobas contra la población migrante y refugiada".

Según CEAR, vincular a las personas refugiadas que llegan a Europa con actos terroristas es, "además de injusto e irreal, particularmente cruel dado que miles de ellas precisamente huyen de esos grupos terroristas".

CEAR solicita a los Estados que las respuestas ante esta situación respeten los derechos humanos y no se cobren más vidas de población civil inocente.