Así, un 34,2% necesita al menos una semana para lograrlo, y un 14,3% requiere de dos semanas en desconectar mentalmente. Además, un 4,5% confesó que ni siquiera después de más de dos semanas de descanso consigue dejar de pensar en el trabajo.

Sin embargo, el 46,9% de las 4.300 personas encuestadas para este estudio sostuvo que puede desconectar del trabajo de forma inmediata al comenzar sus vacaciones.

Por comunidades autónomas, también se apreciaron diferencias a la hora de desconectar. El 56% de los navarros asegura que se olvida del trabajo en cuanto empieza sus vacaciones, seguido de un 54% de los cántabros y un 52,6% de los aragoneses.

Por el contrario, sólo un 27,6% de los baleares consigue desconectar en sus vacaciones de forma inmediata, seguidos de un 39,6% de los andaluces y de un 41,8% de los murcianos.

Por sectores, en el sector educativo, solo el 40,4% desconecta inmediatamente, mientras que un 26,3% necesita más de una semana y un 7% tarda más de dos semanas en dejar de pensar en el trabajo.

En la sanidad, apenas un 37,3% consigue una desconexión instantánea; mientras que en transporte y logística, un 31,6% requiere entre una y dos semanas para dejar atrás las cuestiones laborales.

Los profesionales con mayor capacidad de desconexión son los del sector industrial, en el que el 52,5% se olvida del trabajo en su primer minuto de vacaciones. Le sigue de cerca el mundo de la tecnología y la informática, donde un 50,8% también logra esta desconexión inmediata.