El partido de Albert Rivera amenizó a los espectadores más madrugadores con vídeos que recogían los jalones electorales de la historia de la expansión nacional de Ciudadanos desde la presentación de Movimiento Ciudadano en 2013: las elecciones andaluzas, las municipales y autonómicas de mayo y las catalanas.

También con entrevistas en la pista a dirigentes de la formación que se proyectaban en las pantallas situadas tras el escenario. El público puso de su parte con cánticos típicos de la militancia de C’s, como el “Yo soy español” y “Cataluña es España”. Finalmente, a las 11.50 atronó por los altavoces la sintonía que sirve de heraldo a la entrada de Rivera y su séquito en los escenarios de los mítines y la concurrencia empezó a vitorearle: “presidente, presidente”.

Abrieron el acto los “anfitriones”, tal como los definió la presentadora del evento: los portavoces de C’s en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, Ignacio Aguado y Begoña Villacís. Cuando ésta tomó el micrófono, el público empezó a corear “Yo también estoy fondona”, el hashtag que lanzó el partido para burlarse de que un concejal del PP la hubiera dedicado este calificativo en Twitter.

Continuó otra de las joyas de la formación, la portavoz en Cataluña, Inés Arrimadas, con la que arreciaron los cánticos reivindicativos de la españolidad del partido y de Cataluña. Ella también ayudó a ello advirtiendo de que los españoles no serán extranjeros en su tierra y asumiendo como “deber moral” representar a C’s en la comunidad pese a que “no es fácil” oír insultos y llevar guardaespaldas.

Finalmente, Rivera se marcó un discurso con intentos de ser épico, citando a Martin Luther King y a Gandhi, mirándose en el espejo de Obama para apelar a la ilusión del cambio frente al miedo, llamando al voto y a la movilización de los familiares y amigos de los militantes, porque “esta ilusión no puede quedarse a las puertas del éxito: tenemos que conseguir la victoria”.

En el ascenso emocional, se le quebró por un momento la voz cuando recordó las dificultades que ha pasado Ciudadanos en Cataluña, las “heridas” que ya tiene acumuladas en su trayectoria política, y advirtió a sus adversarios de que, si quieren disuadirle de continuar, tendrá que ser con una palabra distinta a que lo tiene “imposible”.

Desde luego, parecía imposible que C’s superara por un día a la capacidad de movilización que está demostrando Podemos en sus actos de campaña, y, aunque el propio Rivera anunció ayer por la tarde en Valencia que sí esperaba llegar a los 10.000 asistentes, algunos dirigentes reconocieron esta mañana a Servimedia que no esperaban llenar Vistalegre.

En los continuos vaivenes de percepción de ascensos y descensos que provocan las encuestas, los debates y las afluencias a mítines a medida que saltan a los medios, este domingo Ciudadanos superó con nota un reto en el que no las tenía todas consigo.