“La enfermedad invasiva por el meningococo B es una patología que en el momento actual no es muy frecuente en nuestro país, aunque sí es muy grave, con alta mortalidad y efectos secundarios devastadores, por lo que la aparición de la vacuna frente a este microorganismo supone un avance esencial”, afirma la sociedad médica en un comunicado.

Los pediatras de la Sepeap, que insisten en que la alarma generada es “injustificada”, recuerdan también que habitualmente los grupos de edad donde se presentan más casos de la enfermedad provocada por el meningococo B son el de lactantes y el de adolescentes, si bien en estos momentos la mayoría de los episodios existentes en España se concentran en lactantes y niños pequeños.

La vacuna frente al meningococo B se aprobó en España en junio de 2014, pero con indicación de uso exclusivo hospitalario y con financiación únicamente para grupos de alto riesgo o situación de brotes epidémicos.

Ante la presión de diferentes sectores profesionales encabezados por los pediatras, el Gobierno liberalizó la administración del preparado en septiembre de 2015 y la puso en nomenclátor en todas las farmacias españolas a principios de octubre.

Sin embargo, explican los pediatras de esta sociedad médica, la medida no contó con la previsión necesaria por parte del laboratorio farmacéutico que comercializa la vacuna (GSK), “que vio superada su oferta por la gran demanda” y que tuvo que hacer frente pronto a una situación de desabastecimiento que se espera que finalice en la primavera de 2016.

“Desde la Sepeap queremos en primer lugar tranquilizar a la población, puesto que estamos en un ciclo epidemiológico bajo, no en una situación epidémica, por lo que la enorme demanda de la vacuna no se corresponde con un incremento significativo de los casos en nuestro país, que siguen siendo aunque dramáticos, esporádicos”, insiste la entidad.

Además, concluye la sociedad de pediatría, en los casos en los que los padres han iniciado la vacunación, pero no han podido completarla por la falta de dosis sucesivas, no será necesario reiniciar de nuevo la inmunización. Y añade que aunque la protección de una pauta incompleta no es la misma que una vez que la hayan completado, sí es mayor que la que tiene un sujeto que no ha recibido ninguna dosis.