Después de la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados, Rivera dijo ante los medios de comunicación que los españoles votaron cambio pero también diálogo, y se refirió a una "segunda transición" en la que, como ocurrió en la primera, será obligado el acuerdo.

Ese acuerdo no será posible, afirmó, si se vuelve a la política "de bandos, de trincheras", por lo que apeló a poner el interés de los ciudadanos por delante de los partidos.

Rivera volvió a reivindicar "el acuerdo a tres" entre Ciudadanos, PP y PSOE en la Mesa del Congreso, aunque esos dos partidos, dijo, no quisieron formalizarlo y, de hecho, entre PP y PSOE no reconocen haber acordado entre ellos.

Apostó por el diálogo, la generosidad y la reivindicación, y aseguró que los cuarenta diputados de Ciudadanos pondrán "todo lo que esté en nuestras manos" para confirmar el inicio de una nueva etapa política.

Aunque no puede "obligar a PP y PSOE a firmar lo que no quieren firmar", Rivera subrayó que Ciudadanos ha conseguido plasmar un acuerdo que representa al 90% de los ciudadanos en las urnas.