Esta es una de las 70 medidas incluidas en el Plan Estratégico de Convivencia Escolar diseñado por el Ministerio de educación, estudiado este viernes en Consejo de Ministros.

Además, la estrategia prevé elaborar un protocolo contra la violencia escolar que sirva de referencia a los docentes y de apoyo a los que ya existen en las comunidades autónomas; establecer pautas generales de actuación; diseñar seminarios formativos dirigidos al profesorado y a los equipos directivos, y crear un registro estatal de convivencia, que recopile todos los datos sobre este tema de forma centralizada.

En rueda de prensa, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, dijo ser consciente de “la preocupación” que este tema despierta en las familias, motivo que le llevó a trabajar en este programa desde que accedió al cargo.

Insistió en la importancia de la “sensibilización” como eje fundamental de toda esta batería de medidas, para que “el acoso escolar deje de ser un grito silencioso” y las víctimas reciban “la ayuda que necesitan de padres y profesores”.

MANUAL DE APOYO Y TELÉFONO

En esta línea se enmarca también la elaboración de un manual de apoyo contra la violencia escolar, con recomendaciones para estudiantes, profesores y familias, un texto en el que participarán “víctimas y acosadores”, pues, según el ministro, “también los acosadores necesitan ayuda” a fin de hacerse conscientes de su comportamiento y corregirlo.

El plan estratégico también prevé la creación del teléfono gratuito contra el acoso, cuya licitación se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) dentro de pocas semanas. Estará atendido por expertos y, al igual que el 016, no deja rastro en la factura.

Educación también quiere convocar un Congreso Estatal sobre Convivencia una vez al año, impulsar campañas de sensibilización, revitalizar el Observatorio Estatal de Convivencia y poner en marcha Una red de ‘Escuelas tolerancia 0’ contra la violencia escolar, que integrará a los centros premiados por las Comunidades Autónomas.

En general, todas estas medidas se agrupan en ocho líneas de actuación: observación y seguimiento de la convivencia en las aulas; desarrollo de políticas educativas concretas; incorporación de prácticas de éxito basadas en criterios científicos; formación del profesorado; coordinación entre administraciones; prevención y control de incidentes violentos y apoyo a las víctimas; comunicación e intercambio de información sobre el impacto de la convivencia, e investigación social.

NECESIDAD DE CONSENSO

En el diseño de este plan han participado las comunidades autónomas, varios ministerios y representantes de la comunidad educativa, explicó Méndez de Vigo.

Indicó que desde que asumió sus funciones como ministro adquirió conciencia de que el tema de la convivencia en las aulas era capital, pues no puede haber proceso de aprendizaje sin convivencia ni respeto.

El ministro, que confesó haberse sentido “muy impactado" en la entrega de la Gran Cruz de Alfonso X a los padres del profesor asesinado por un alumno en el instituto Joan Fuster de Barcelona pocos días después de tomar posesión, quiso enmarcar este plan dentro de las medidas que a su juicio deben integrar un Pacto Nacional por la Educación.

En dicho pacto incluyó la aprobación del Estatuto del Personal Docente, el impulso del aprendizaje de lenguas extranjeras y la digitalización de las aulas.

Son ejes sobre los que “puede darse consenso social”, y por eso “nos pusimos a trabajar en ello”, recalcó.

Finalmente, Méndez de Vigo se refirió a otras iniciativas de mejora puestas ya en marcha, como el acuerdo entre Educación y la Agencia de Protección de Datos para formar a los menores sobre el uso seguro de Internet, el teléfono que financia Sanidad de apoyo a niños y adolescentes, el protocolo de refuerzo de la seguridad en centros escolares que lidera Interior o la creación de un registro de delincuentes sexuales para que los condenados por estos delitos no puedan trabajar con menores.