Rajoy aseguró en el encuentro que mantuvo en la Cámara Alta con el Grupo Parlamentario Popular del Senado que la lucha contra la corrupción es “el quinto gran objetivo” que tiene que tener el Gobierno que propone con PSOE y Ciudadanos de cara a la próxima legislatura.

“Nosotros hemos tomado decisiones muy duras desde el punto de vista interno, pero estamos dispuestos a considerar cualquier planteamiento o idea que alguien, de buena fe, quiera hacer”, se limitó a señalar.

El jefe del Ejecutivo en funciones reivindicó que su Gobierno ha tomado “muchas decisiones a lo largo de esta legislatura”. “Hemos permitido que los tribunales, la Fiscalía, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad actúen, y que las cosas se conozcan”, defendió.

Fue en una reunión marcada por la ausencia de Barberá que tampoco asistió este miércoles al Senado para cumplir con sus responsabilidades como parlamentaria, como tampoco lo hizo el martes, cuando se constituyeron las comisiones.

Barberá está en el foco de la actualidad política teniendo en cuenta que todos sus concejales en el Ayuntamiento de Valencia están siendo investigados por la 'Operación Taula'.

El PP decidió este martes en el reparto de responsabilidades en la Cámara Alta mantener a Barberá como miembro de la Diputación Permanente, lo que le permitirá mantener la condición de aforada incluso si se disuelven las Cortes y se convocan nuevas elecciones.

Será vocal del PP, además, en las comisiones Constitucional y de Economía y Competitividad de la Cámara Alta, pero no ostentará la presidencia ni la portavocía de ninguna comisión.

La posición de Rajoy este miércoles contrasta con la que mantuvo el pasado jueves en la reunión con el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados. Entonces cerró su intervención ante los suyos asegurando “esto se acabó y aquí ya no se pasa por ninguna”.

Aseguró entonces que “todo el mundo, sea quien sea, desde el presidente del partido al militante del pueblo más modesto tendrá el mismo trato” en un momento en el que la exalcaldesa de Valencia ya estaba siendo cuestionada por la gestión en el Ayuntamiento de la capital valenciana.