Un experto de la ONU insta al Reino Unido y a Suecia a “dar ejemplo” al mundo liberando a Assange
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Alfred de Zayas, experto independiente de la ONU sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, pidió este lunes a los gobiernos del Reino Unido y de Suecia “dar ejemplo para el resto del mundo” en materia de derechos humanos liberando a Julian Assange, fundador de WikiLeaks.
Assange se encuentra recluido desde 2012 en la Embajada de Ecuador en Londres (Reino Unido) para evitar la extradición a Suecia, que le reclama por presuntos abusos sexuales a dos mujeres.
De Zayas indicó en un comunicado que los gobiernos británico y sueco deben “aceptar y poner en práctica sin demora” las recomendaciones del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias, que determinó que debe concluir el confinamiento de Assange y ser respetada su integridad física y libertad de movimiento, así como ser indemnizado económicamente.
"Las conclusiones del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias deben ser aceptadas y sus recomendaciones implementadas de buena fe. Deben dar buen ejemplo especialmente aquellos Estados que afirman estar en la vanguardia de los derechos humanos, incluso si no están de acuerdo con las conclusiones de los expertos de la ONU", dijo.
De Zayas apuntó que "el orden internacional depende de la aplicación coherente y uniforme del derecho internacional, y se ve socavada cuando los Estados escogen y eligen”. “El concepto de la dignidad humana es holístico. Una aproximación a la Carta de los Derechos Humanos erosiona la credibilidad de todo el sistema”, añadió.
"El orden internacional se fortalece cuando todos los Estados cumplen no sólo con las obligaciones vinculantes de los tratados, sino también con las recomendaciones de los órganos de las Naciones Unidas. Deben tener efecto no sólo la ‘ley dura’, sino también los compromisos de ‘ley blanda’ y las promesas de derechos humanos”, agregó.
"Es importante que los países que practican regularmente la denuncia y el descrédito de otros países acepten las resoluciones de las Naciones Unidas cuando ellos mismos están implicados. Es una cuestión de honestidad intelectual. Una rápida aplicación de las conclusiones del Grupo de Trabajo sería un ejemplo para el resto del mundo", concluyó.
(SERVIMEDIA)
15 Feb 2016
MGR/caa