Ajedrecistas ciegos aprenden estrategia de la mano de Valery Salov

- Fue considerado tercer jugador del mundo a mediados de los años 90

MADRID
SERVIMEDIA

Ajedrecistas ciegos o con discapacidad visual grave asistirán entre los días 20 y 25 de febrero a un curso de “excelencia y perfeccionamiento” de las técnicas empleadas en el ajedrez, que será impartido por el 'gran maestro' Valery Salov. La iniciativa está impulsada por la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) y la ONCE.

Los afortunados miembros del equipo de ajedrez de la federación que aprenderán del tercer mejor jugador del mundo en los 90 -sólo superado por legendarios del ajedrez como Karpov y Kasparov- son Alejandro Martínez (Baleares), Víctor Amores (Málaga), Jaime Espadiña (Murcia), Gavril Draghici (Tarragona) y Florencio García y Eduardo Méndez, ambos de Madrid.

En este curso podrán mejorar su nivel de juego con el aprendizaje de nuevas técnicas, a través de la interpretación del ajedrez de esta auténtica figura mundial. Será una ocasión única para tener un acercamiento al ajedrez clásico y a las enseñanzas de la escuela soviética, según informó la ONCE.

Las sesiones matutinas del curso se dedicarán, en general, al estudio monográfico del estilo de alguno de los ajedrecistas considerados “inmortales”, mientras las de tarde se repartirán entre el estudio y resolución de problemas y el análisis de algunas partidas de actualidad.

DEPORTE INTEGRADOR

El ajedrez es un deporte de larga tradición entre las personas con discapacidad visual, por su facilidad para ser practicado de forma integrada en las competiciones con personas videntes.

Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan sólo algunas adaptaciones en el material de juego. Por ejemplo, el tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos para hacerlos diferentes al tacto. Además, las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas.

Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro, en el que se insertan las piezas a través de un pequeño vástago que éstas tienen en su parte inferior. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.

Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros. Cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero, de modo que al tocarlas no moleste ni sea molestado por su contrario. Los relojes de ajedrez disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.

(SERVIMEDIA)
19 Feb 2016
GIC/caa