El análisis de los resultados constata que las opiniones empresariales apuntan en la misma dirección que las estadísticas económicas de los últimos tiempos, pero con una mayor intensidad.

En Murcia, al igual que en el resto de España, el estado de ánimo de los empresarios está bastante deteriorado. Uno de los datos más reveladores es el descenso del empleo. El informe dice que el 56 por ciento de ls empresas han reducido su plantilla frente al 7 por ciento que la ha aumentado y el 37 por ciento que la ha mantenido.

A pesar del ajuste en la plantilla, el 25 por cientop de las empresas todavía la consideran sobredimensionada y solo el 52 por ciento la considera adecuada.

En cuanto a las perspectivas, el número de empresas optimistas supera al de pesimistas, siendo bastante alto el número de empresas que no se decanta a un lado u otro, lo que refleja, según la Cámara de Comercio, el clima de ncertidumbre que viven las empresas murcianas.

En cuanto a ventas, sólo el 15 por ciento de las empresas consideran adecuado su actual volumen. El 85 por ciento cree que es insuficiente y ninguna lo ve excesivo.

En lo que se refiere a los problemas que estrangulan el normal desarrollo de las empresas, hay unanimidad. El mayor problema para las empresas es el descenso de la demanda.

El segundo puesto en importancia son los problemas financieros. De un lado, están los altos tipos de interés paa accceder a créditos y por otro, el endurecimiento producido a la hora de la concesión de créditos por parte del sistema bancario.

Asimismo, muchas empresas consideran que no son los costes laborales, en sí, el principal problema del mercado de trabajo, sino la falta de profesionalidad en algunos casos.