En la mesa redonda, celebrada en Madrid, participaron Patricia Sanz, vicepresidenta de la ONCE y presidenta del Observatorio de Igualdad de Oportunidades de ONCE y su Fundación; Raquel Crespo, subdirectora general del Programa del Instituto de la Mujer para la Igualdad de Oportunidades; Isabel Caballero, coordinadora de la Fundación Cermi-Mujeres; Carmen Márquez, doctora en Ciencias Sociales y profesora asociada del Departamento de Análisis Social de la Universidad Carlos III, y Marta Arce, yudoca, trainer paralímpica y fisioterapeuta, actuando de moderador de las preguntas del público José Manuel González Huesa, director general de Servimedia.

El objetivo de ‘ONCE razones para la igualdad’, organizada por la ONCE y su Fundación a través del Observatorio de Igualdad de Oportunidades y en colaboración con los Consejos Territoriales de la organización, era reflexionar sobre aspectos relacionados con la igualdad, como los beneficios que ofrece una sociedad igualitaria, la lucha contra la discriminación, los estudios sobre la Igualdad de Género o la lucha por eliminar la multidiscriminación de la que son objeto las mujeres con discapacidad, entre otros temas.

Raquel Crespo recordó que en España existen cerca de cuatro millones de personas con discapacidad, de las cuales el 61% son mujeres, y que en muchas ocasiones tienen “dificultad” para alcanzar puestos de responsabilidad “por el hecho de ser mujeres y tener una discapacidad”.

La situación laboral conocida como ‘techo de cristal’ que afecta a las mujeres y que les impide por una cuestión de género acceder a puestos de responsabilidad en el mundo laboral es más acusada incluso para quienes tienen una discapacidad, llegándose a convertir, según explicó Carmen Márquez, en un “techo de cemento”:

Esta profesora universitaria, que ejerce en instituciones académicas como la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), denunció que “se entiende a la mujer con discapacidad como persona incompleta”.

Márquez dijo que en el ámbito universitario la participación de las personas con discapacidad en la pública es del 1,3%, mientras que en la privada apenas alcanza el 0,9%, por lo que las calificó de “residual”.

Por su parte, Raquel Crespo advirtió de que, por todo ello, muchas mujeres con discapacidad ven su vida limitada al ámbito doméstico, lo cual facilita su aislamiento y aumenta su vulnerabilidad, también ante la violencia de género.

Isabel Caballero alertó sobre los estereotipos físicos que se imponen socialmente, que hacen que si no “encajas en ese modelo, estás automáticamente fuera”, y también denunció los problemas que tienen muchas mujeres con discapacidad a la hora de encontrar un empleo.

Precisamente, la discriminación en el ámbito laboral también la destacó Marta Arce, que subrayó la importancia de educar en modelos de igualdad para acabar con todo tipo de discriminación.