Barquero indicó, en declaraciones a Servimedia, que “la manifestación no hace más que testimoniar que la tauromaquia está herida de muerte y reafirma su retroceso generalizado. Es una muestra de que los taurinos se sienten debilitados, acosados, acorralados y rechazados por la sociedad española”.

Recalcó que, según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, “sólo un 8,5% de los españoles acudieron a una corrida de toros el último año” y “las corridas de toros han descendido casi un 40% entre 2003 y 2013”.

Respecto a las declaraciones del alcalde de Valencia, Joan Ribó, de apostar por las corridas de toros ‘a la portuguesa’, donde no se mata al animal en el coso, Barquero indicó que el regidor “demuestra ignorancia porque que no mate al animal a la vista del público no quiere decir que sean corridas exentas de crueldad”.

“A quienes conocemos lo que significa la tauromaquia no nos parece una alternativa porque en las corridas ‘a la portuguesa’ se siguen clavando banderillas a los toros y se les sigue matando en el matadero horas después, con lo que alargan la agonía del animal. Necesitamos políticos valientes que prohíban la tauromaquia”, apostilló.

ENTRETENIMIENTO SIN MALTRATO

Por otro lado, la presidenta de La Tortura No Es Cultura (LTNEC), Marta Esteban, indicó que los taurinos que se manifestaron en Valencia defendieron “seguir maltratando a un animal hasta la muerte y con entretenimiento”.

“Lo que pedimos es que la gente se entretenga con la verdadera cultura y sin maltratar a un animal hasta la muerte”, indicó, antes de recalcar que, según un reciente sondeo de opinión realizado por Ipsos MORI, “sólo un 19% de los españoles apoya la tauromaquia, con lo que siguen siendo una minoría y defienden lo indefendible”.

Por otra parte, Esteban respondió a Ribó señalando que “avanzar contra el maltrato animal y corridas ‘a la portuguesa’ son conceptos completamente incompatibles”, puesto que en estos festejos taurinos “al animal se le clava tres instrumentos de tortura (los cortes, las banderillas y los ‘compridos’), que son arrancados después de la corrida y le deja con heridas abiertas horas o incluso días hasta que le llevan al matadero”.

“Pensamos que el señor Ribó propone las corridas ‘a la portuguesa’ por desconocimiento porque la agonía del animal es mucho más larga. Si quiere proponer otra cosa, estamos abiertos a escucharle”, concluyó.