La muestra pone de manifiesto que el 47% de las mujeres lesbianas no ha visibilizado su orientación sexual en su familia, al igual que el 42,7% de los hombres gais y el 60% de las personas bisexuales.

En el caso de las personas trans, el 58,3% no es visible con su entorno familiar, una cifra que asciende al 67,7% en el caso de las personas no binarias.

A su vez, son las personas de mayor edad las que son menos visibles ante su familia, como lo acredita que el 65,2% de las que tienen edades comprendidas entre 55 y 64 años y el 81,5% de quienes tienen más de 65 años no han compartido su orientación sexual o identidad de género con sus allegados.

Ante esta situación, la presidenta de la Felgtbi+, Uge Sangil, arguye que estos datos ponen de manifiesto que, “pese a los avances legislativos, aún estamos lejos de alcanzar la igualdad real”, ya que detrás de las cifras “se manifiesta un claro miedo al rechazo y a la discriminación”.

Por su parte, la investigación también hace una radiografía acerca de cómo son las familias de las personas lgtbi+. De este modo, refleja que hay un 5% menos de hogares unipersonales sin hijos, un 10% más de parejas sin hijos, alrededor de un 5% menos de hogares monomarentales y casi un 4% de familias con tres o más adultos en una relación.

El coordinador del grupo de familias de la Felgtbi+, Jesús Santos, comentó que “seguimos teniendo vulnerabilidades añadidas cuando formamos una familia”, por lo que “no sólo queremos los mismos derechos y obligaciones, sino también las mismas oportunidades”.

Por ello, con motivo del Día de las Familias, reivindicó el “derecho a la libre movilidad” de éstas, “al menos en el entorno europeo”, puesto que “es común que las familias reconocidas en un estado no lo estén los países de la UE, y que al cruzar una frontera no se reconozcan los lazos familiares establecidos”.

También reclamó la puesta en marcha de “políticas de equidad para parejas de mujeres” y que “sean legalmente posible las paternidades no binarias”.

Por su parte, reclamó “proceso de adopción más rápidos, como en otros países europeos, y homogéneos en todas las comunidades autónomas, en los que primer el bienestar de la infancia”.

Exigió “resoluciones ágiles de patria potestad” para los menores de edad en situación de acogimiento familiar, para que “las familias de acogida que ya han convivido y cuidado a estos menores tengan prioridad a la hora de adoptarlos”.

Solicitó que sea posible la “multiparentalidad”, para que “menores que crecen en familias reconstituidas tengan protección legal por parte de aquellos adultos que les cuidan y a quienes reconocen como madres y/o padres en su día a día”.

Por último, defendió que “la diversidad, incluida la familiar, esté presente en todos los ciclos de enseñanza”, que los libros de texto y los formularios “reflejen la diversidad familiar” y que las agresiones y el bullying hacia la infancia de las familias lgtbi+ se consideren delitos de odio.