Así se recoje en el censo de esta especie correspondiente a 2015 y hecho público este lunes por la Junta de Andalucía, coordinadora del proyecto Life+ Iberlince (Recuperación de la distribución).

El censo indica que la gran mayoría de ejemplares están en Andalucía, con 361 individuos (el 89,4% del total) repartidos entre Sierra Morena (176 en Andújar-Cardeña, 61 en Guadalmellato y 48 en Guarrizas) y Doñana-Aljarafe (76). La población en este último núcleo se ha reducido por segundo año consecutivo, al pasar de 93 en 2013 a 80 en 2014 y 76 en 2015.

El año pasado murieron 31 ejemplares de lince ibérico, de ellos 15 por atropello, 8 por causa desconocida, 3 por furtivismo, 2 por enfermedad, 2 por pelea y 1 por ahogo. La mayor parte de las muertes se concentra en Andalucía (22).

WWF celebró estas “cifras esperanzadoras” y consideró “urgente” frenar las dos grandes amanezas que acechan al felino: los atropellos en carreteras y, sobre todo, la escasez de conejos, su principal alimento. De lo contrario, esta organización temió que se estanque esta tendencia al alza.

Esta ONG indicó que el último censo confirma que la evolución de la especie continúa siendo favorable, a pesar de la crítica situación del conejo de monte en la mayor parte de la Península Ibérica, sobre todo en sus dos áreas de distribución histórica (Sierra Morena y Doñana).

Los seguimientos realizados dentro del proyecto Life+ Iberlince indican que, debido al impacto de la nueva cepa de la enfermedad hemorrágico vírica (RHD), las poblaciones han caído más de un 50% en la mayor parte de las zonas linceras. “Esta situación es especialmente preocupante en el entorno de Doñana, cuya población, pese a mantener un alto número de hembras territoriales, se ha visto reducida por segundo año consecutivo a valores de hace cinco años y con un número de cachorros muy bajo”, apuntó WWF.

‘TOMAR CARTAS EN EL ASUNTO’

El responsable del Programa de Especies de WWF España, Luis Suárez, consideró “imprescindible y urgente que todas las administraciones competentes tomen cartas en el asunto y pongan inmediatamente en marcha mejores planes de seguimiento del conejo y actuaciones para su recuperación”. “De lo contrario, asistiremos a una auténtica catástrofe ecológica dado el papel clave del conejo en los ecosistemas mediterráneos, añadió”.

Otro peligro que sigue acechando a la especie es la alta mortalidad causada por los atropellos, con 51 linces muertos en las carreteras en los últimos tres años. Éste fue el detonante para que WWF iniciara la campaña online ‘Ni un lince más atropellado’, que ya cuenta con el apoyo de casi 22.000 personas y que ha posibilitado, gracias también a la respuesta de las administraciones, que en 2015 se frenara la tendencia al alza de los atropellos, con 15 linces muertos en las carreteras (sólo 10 en Andalucía), frente al máximo histórico alcanzado en 2014, con 22 linces atropellados (21 en Andalucía).

Por último, WWF indicó que otro elemento positivo es que se empieza a consolidar la presencia del lince más allá de las fronteras de Andalucía, con el crecimiento de los núcleos en Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal, y el nacimiento de la primera cría de esta especie confirmada en Extremadura, gracias al trabajo realizado por el proyecto Life+Iberlince.