Montoró explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el gasto llevado a cabo por las comunidades para la adquisición de los fármacos contra la hepatitis C "es un gasto extraordinario y positivo, que demuestra que nuestras administraciones reaccionan, pero no entra en la clasificación necesaria para que no cumpute en el déficit. No tenemos capacidad como Gobierno (para hacerlo). Nos atenemos a las reglas de contabilidad de Eurostat".

El pasado miércoles, que se celebró el Consejo Interterritorial de Salud en el Ministerio de Sanidad, los consejeros del ramo dijeron sentirse "engañados" por el Gobierno, al conocer que finalmente el gasto por la compra de los nuevos tratamientos sí les computaría como déficit.

El consejero de Sanidad de Castilla y León, el popular Antonio María Sánchez Aguado, dijo estar "disconforme" con la decisión de Montoro y agregó que no tiene sentido que "el Ministerio de Hacienda, que nos pide que cumplamos con el déficit, algo en lo que estamos de acuerdo, luego apruebe un plan e incorpore al sistema de salud medicamentos de elevado coste que tienen que pagar las comunidades. Es una contradicción".

Montoro ha explicado en Moncloa que "quien aplica los tratamientos son las comunidades y la contabilidad nacional nos lleva a imputarle ese gasto a la Administración que lo realiza" y agregó que el debate sobre la imputación de este déficit "me parece muy menor".

"Ojalá tuviéramos más causas de déficit por temas de este tipo. No queremos debatir sobre esto. Esto no es lo importante. Es un gasto importantísimo que no tendrá la traslación en años sucesivos" apostilló, para concluir que "respecto al año 2016 estaremos abiertos y esta tarde plantearé en el Consejo de Política Fiscal si hay que clarificar esta fórmula, siempre dentro de las normas de Eurostat".

Más de 42.000 personas han recibido ya el tratamiento contra la hepatitis C y se han curado, requiriendo una inversión de cerca de 1.000 millones de euros a las arcas de las comunidades.