El rinoceronte blanco del norte depende de células madre para evitar su extinción

- Sólo quedan tres ejemplares vivos en Kenia

MADRID
SERVIMEDIA

Un grupo internacional de científicos se ha propuesto salvar al rinoceronte blanco del norte, el cuarto mamífero terrestre más pesado del planeta y del que sólo quedan tres ejemplares vivos en Kenia sin capacidad para generar descendendia de forma natural, mediante células madre y de técnicas de reproducción asistida con el fin de evitar que esté condenado a la extinción.

Los científicos se reunieron el pasado diciembre en Viena (Austria) para acordar una hoja de ruta que salve al rinoceronte blanco del norte y la revista ‘Zoo Biology’ acaba de publicar los resultados de este encuentro como parte de los esfuerzos para concienciar sobre el peligro de extinción de rinocerontes y otras especies.

Joseph Saragusty, del Instituto Leibniz de Investigación para Zoos y Vida Salvaje (Alemania), señala que en la tarea de salvar al rinoceronte blanco del norte “se necesitarán nuegas tecnologías, nuevos enfoques y la resolución de problemas con el fin de evitar su extinción inminente”. "La participación productiva de un equipo multidisciplinario de expertos internacionales será esencial para lograr el ambicioso objetivo de traer de vuelta el rinoceronte blanco del norte de su camino a la extinción", añade.

Los investigadores indican que salvar el rinoceronte blanco del norte depende de la genética y de la biología celular, la ética científica, el pensamiento estratégico a largo plazo y las comunicaciones.

Un elemento clave es mantener bancos genéticos de tejido congelado, espermatozoides y ovocitos para su uso como materiales en la lucha contra la extinción de esta especie. De hecho, hay recursos genéticos criogenizados en San Diego (Estados Unidos) y en Europa, según Oliver Ryder, del Zoo Global de San Diego.

Los científicos estudian tecnologías reproductivas avanzadas para el futuro del rinoceronte blanco del norte gracias a su tejido genético. “Ha sido un largo camino desde la idea hasta la hoja de ruta creada en Viena. Me alegro de que encontremos tantos partidarios competentes en la comunidad científica que crean en la aplicación de tecnologías celulares y reproductivas avanzadas para el rescate genético de los rinocerontes blancos del norte”, apunta Thomas Hildebrandt, del Instituto Leibniz.

Los tres últimos ejemplares vivos residen en el parque OI Pejeta Conservancy (Kenia) después de ser trasladados desde el zoo de Dvur Kralove (República Checa), cuyo director de proyectos internacionales, Jan Stejskal, apunta: “A pesar de que hemos sido capaces de criar los rinocerontes blancos del norte en nuestro zoológico, su estado de salud no permite que críen de forma natural. Ahora somos optimistas de que la investigación de vanguardia acordada en Viena dé a estos últimos ejemplares la oportunidad de ver un descendiente de su propia especie”.

(SERVIMEDIA)
04 Mayo 2016
MGR/gja